Ahorros (Foto referencial: GEC)
Ahorros (Foto referencial: GEC)

Tras el acceso concedido a Sunat a cuentas con depósitos de S/ 10,000 a más, se abrió un debate sobre la importancia de la reserva de la información financiera de los ahorristas.

“La principal razón del secreto bancario es el resguardo de la información, es brindar la seguridad al depositante de que sus datos serán utilizados de forma eficiente”, señaló Edmundo Lizarzaburu, docente de Esan.

De vulnerarse una base de datos tan grande y de calidad, podría ser utilizada de una manera inadecuada, lo que generaría contingencias importantes a futuro, dijo.

Así, de exponerse montos y nombres de los titulares de las cuentas se estaría violando el derecho a la privacidad del cliente, manifestó Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School.

“Todos los peruanos tenemos la facultad de mantener en reserva cuánto dinero hay en nuestras cuentas del banco, por seguridad”, añadió.

Según Lizarzaburu, otro riesgo del incumplimiento del secreto bancario es la aparición de mercados paralelos en los que se comercializaría la información.

Al referirse de la reciente norma, indicó que no presenta un protocolo claro sobre la confidencialidad en el manejo de los datos, ni las sanciones que habrán ante el trato poco diligente de la información.

De no respetar el resguardo de la base de datos, los ataques o fraudes a clientes del sistema financiero podrían sofisticarse, refirió Carrillo.

“No sería necesario enviar miles de mensajes spam, como ocurre con el phishing, para obtener la información de sus víctimas sino que los delincuentes podrían enfocarse sólo en los grandes ahorristas pues ya conocerían los montos que manejan en sus cuentas”, detalló.

Los especialistas coinciden en mencionar que el secreto bancario es incluso vital para el ahorrista.

Si dicha información cae en manos no sólo de hackers sino de extorsionadores, pondría en peligro la vida del usuario y de su familia, expresaron.

También pondría al cliente como blanco para la promoción de productos ya sea de consumo o financieros, por reflejar una elevada capacidad de pago, sostuvo Carrillo.