
La mayoría de los músicos, cuando deciden hacer una residencia de conciertos, se dirigen a Las Vegas. En los últimos años, megaestrellas como Adele, Celine Dion y U2 han ganado decenas, si no es que cientos, de millones de dólares presentándose ante multitudes en la “ciudad del pecado”.
Pero no fue el caso de Bad Bunny. El 11 de julio, el rapero y cantante puertorriqueño inició una serie de 30 conciertos en San Juan, la capital de su país, antes de emprender una gira mundial. Es un símbolo de cómo el músico se ha convertido en un creador de éxitos a nivel global sin dejar de tener un pie en la isla.
“Es puertorriqueño y quiere que lo sepas”, afirmó Kacho López Mari, cineasta que ha trabajado con el músico. Bad Bunny (cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio) tardó menos de una década en saltar a la cima de la música pop. En 2013, empezó a subir sus canciones a SoundCloud, un sitio de emisión en continuo.
Tres años después firmó contrato con una discográfica. Y dos años después colaboró con la rapera estadounidense Cardi B y el cantante colombiano J Balvin en un tema llamado “I Like It”, que llegó al primer lugar de la lista Billboard Hot 100 en Estados Unidos. Desde entonces, los fanáticos de Bad Bunny se han multiplicado como, pues, conejos. Según la empresa de análisis Luminate, en 2018, sus canciones se escucharon 2,500 millones de veces; en 2024, esa cifra aumentó a 11,500 millones.
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Entre 2020 y 2022, Bad Bunny fue el artista más reproducido en Spotify, convirtiéndose en el primer músico en ocupar el primer puesto durante tres años consecutivos. Los récords que ha batido Bad Bunny son aún más notables porque rapea y canta casi exclusivamente en su lengua materna.
A principios de la década de los 2000, los raperos más conocidos del mundo eran todos estadounidenses; los artistas latinos, como Enrique Iglesias, tenían que cantar en inglés si querían llegar a un público global. Ya no es así.
En 2022, el álbum de Bad Bunny “Un Verano Sin Ti” fue el primer disco en español nominado a álbum del año en los Premios Grammy. Su próxima gira vendió 2.6 millones de entradas en una semana. La mayoría de los conciertos tendrán lugar en países hispanohablantes, como Argentina, Chile, México y España. Pero Bad Bunny también se presentará en lugares con muy pocos hispanohablantes, como Japón y Polonia.
Tres factores explican su éxito. El primero es la propia música. Bad Bunny les da un toque latino a los géneros populares como el trap (un estilo de hiphop) y el house (un tipo de música electrónica) incorporando sonidos locales como el reguetón, la plena y la salsa.
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La plena, una modalidad afropuertorriqueña, es muy rítmica, con percusiones sincopadas en instrumentos como panderos y maracas. Cuando se combina con el contoneo de Bad Bunny, se consiguen temas bailables y distintivos. Bad Bunny toma prestado a manos llenas y con frecuencia, sin ceñirse nunca a una sola influencia por mucho tiempo. Esto hace que su música siga siendo emocionante.
“Nunca sabemos con qué nos va a sorprender”, comentó Vanessa Díaz, de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles, que imparte un curso sobre Bad Bunny y es coautora de un libro sobre el músico próximo a publicarse. “Él no sigue tendencias, las marca”.
El segundo factor son sus letras. Algunos de los seguidores de Bad Bunny no entienden lo que dice en sus canciones, pero los que sí las comprenden suelen apreciar su sensibilidad política. En 2019, Bad Bunny colaboró en un tema, “Afilando Los Cuchillos”, que criticaba al entonces gobernador de Puerto Rico y la “manipulación, corrupción, conspiraciones” de la política de la isla.
El título de “El Apagón”, un éxito en 2022, hace referencia a los apagones periódicos que sumen a la isla en la oscuridad. En un documental que acompaña al video musical, los habitantes se quejan de la gentrificación y de que los promotores inmobiliarios de lujo les obliguen a abandonar sus casas.

“Esta es mi playa / Este es mi sol / Esta es mi tierra”, afirma la canción. Anima a los oyentes a sentirse orgullosos de su lugar de origen. Díaz señaló que Bad Bunny ha hecho que hablar español esté de moda en un momento en que a menudo se denigra en Estados Unidos. El artista considera que el haber crecido en Puerto Rico es algo digno de honrarse, no ignorarse.
“Todo PR me respalda”, rapea en “ACHO PR”. Los festivales de lujo en California están muy bien, pero él prefiere “cantar gratis en Loíza que en Coachella”.
La tercera razón detrás del éxito de Bad Bunny es el momento. La demanda de cultura en idioma español se ha disparado. Según la empresa de investigación Omdia, en el primer semestre de 2024, los espectadores pasaron casi 7,000 millones de horas viendo programas en español en Netflix.
Bad Bunny se ha subido a esa ola y la ha ayudado a crecer. Anamaria Sayre, coanfitriona de Alt.Latino, un programa musical de la Radio Pública Nacional, relató que cuando era niña en Estados Unidos, “no se oía música en español en espacios de blancos... ahora está en todas partes”.
Desde luego que Bad Bunny está haciendo todo lo posible para garantizar que así sea: en su gira hará escala en 18 países de cuatro continentes. “Recordaremos esto como un punto de inflexión”, predijo Díaz. “Bad Bunny no solo triunfó en español, sino que cambió la manera en que se ve y se escucha un éxito mundial”. Pero incluso cuando está “viajando por todo el mundo”, dice Bad Bunny en “ACHO PR”, sigue siendo el joven “que se sentaba en La Perla con mi abuela”.