
Los hermanos Natalio y Francisco Banchero, migrantes italianos, fundaron Casa Banchero, la joyería limeña que ha sobrevivido gobiernos militares, crisis económicas y una pandemia. Parte de la fórmula para mantenerse vigente —la empresa acaba de cumplir 120 años— ha sido cultivar un “vínculo de cercanía” con sus clientes, que hoy abarcan desde jóvenes de 25 hasta adultos de 65 años. “Tu garantía es que estoy aquí, y no me quiero ir por 120 años más”, dice Héctor Banchero, gerente general de esta empresa familiar que ya va por su quinta generación. ¿Qué planes tienen?

¿Qué hay detrás de una empresa peruana de 120 años dedicada a las joyas y al lujo?
Hay dos atributos que, creo, han sido clave para nuestro éxito. Primero, hemos trabajado la cercanía con nuestros clientes porque partimos de que no vendemos lujo, sino que asesoramos. Nuestra idea es acompañarlos por muchos años, considerando que la mayoría compra desde los 25 hasta los 65 años. Hoy atendemos a la quinta generación de nuestros primeros clientes, y la relación de confianza que construyeron nuestros fundadores es la que tratamos de mantener con las nuevas generaciones. No es que no hayamos cometido errores, porque los hemos tenido muchas veces, pero siempre supimos decir “estoy aquí” y buscar soluciones.
¿Y el segundo atributo?
Saber mirar la moda y estar encima de la ola de nuevas tendencias y preferencias. Siempre curándola o adaptándola al gusto local, porque a veces suelen surgir modas raras o extrañas que no coinciden con el gusto de los clientes peruanos.
¿Hubo algún reto que lograron superar para el crecimiento de la empresa?
Mi padre no creía en las tiendas satélites, justamente por el tema de la relación con el cliente. Fue un mito que logramos romper hace casi 25 años, gracias al apoyo de una ejecutiva que trabajó por años en el Jockey Plaza. Ahora estamos en una tienda mucho más grande en ese centro comercial.
¿Ya inauguraron ese nuevo espacio?
La tienda del Jockey (un área de 170 m2 con un contrato por casi seis años) está implementada, pero no terminada. Los módulos de Cartier y Rolex recién estarán listos para mayo de 2026; entonces ahí veremos el potencial real de esa tienda.
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¿Nuevas Casa Banchero a la vista?

¿Están buscando nuevos puntos de venta?
En paralelo a los trabajos en el Jockey, estamos buscando opciones en Miraflores, San Isidro y Surco. Pero si me preguntas si voy a abrir un nuevo punto de venta en 2026, te digo que no lo creo. Puede ser que compremos uno, pero no que lo desarrollemos, porque no solo depende de nosotros, sino también de las marcas con las que trabajamos. En el Jockey, por ejemplo, Rolex quiere que el cliente tenga la misma experiencia que en sus tiendas de Dubái o Estados Unidos, por eso los muebles deben venir de Suiza.
Nuestros procesos de desarrollo son lentos, vamos con pie de plomo para mantener la credibilidad con los clientes y nuestros proveedores.
¿Qué pasará con la tienda que tenían en Real Plaza de Trujillo? (Nota: el centro comercial sigue cerrado desde marzo del 2025)
Estamos evaluando si el mall es el lugar correcto o si salimos puerta a calle. Esta situación (el cierre del Real Plaza) ha sido la gran excusa para ponerlo en pausa y ver qué podemos hacer, considerando que en Trujillo hay gran inseguridad. Aún no hay nada concreto.
¿Cusco puede ser una opción?
Es una plaza turística y nuestro enfoque, normalmente, ha sido atender al cliente local y desarrollar esa confianza. Sin embargo, podríamos lanzar una línea especial de joyería para Cusco.
¿Piensan en una Casa Banchero fuera del país?
No es algo en lo que estemos pensando hoy. Quizá en algún momento lo evaluamos, cuando entró Pedro Castillo; sin embargo, siento que en el país aún hay mucho mercado, incluso Lima todavía no está cubierta. ¿Y si abro en Guayaquil o Chile, qué relación tendría con el cliente? Pienso que alguno de nosotros (de los hermanos) tendría que mudarse a esos países para desarrollar la relación con los clientes, que es el plus que tenemos. Actualmente tenemos clientes estadounidenses, ecuatorianos y chilenos; es decir, tenemos forma de llegar ahí, aunque aún faltan cosas por hacer en Perú. A nosotros nos gusta seguir aquí.
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La quinta generación y los nuevos proyectos
¿Entrarán más marcas al portafolio?
Nosotros nunca nos quedamos quietos, siempre estamos buscando oportunidades en nuevas líneas dentro de lo que conocemos. Estamos contentos con la línea de relojes, trabajamos con 7 u 8 marcas, pero creemos que algunas más podrían tener cabida. Aún así, no nos interesa tener más de 20 marcas porque llega un momento en que se genera canibalización.
¿Cuánto representa la categoría de joyas en su portafolio?
Hoy representan el 50%, y queremos que sigan siendo una parte importante de las ventas; aunque hoy no tengo la misma capacidad de crecer en joyería que en relojes de marca. Es decir, si hipotéticamente una nueva marca de relojes ingresara —no digo que tengamos en este momento alguna conversación—, la categoría de relojes se llevaría una gran parte del pastel.
¿Pero van a potenciar esta categoría de joyas?
Por supuesto. Nosotros somos joyeros pasando por una experiencia relojera. Nuestro ADN es joyero. Mis hermanas, por ejemplo, se toman el trabajo de seleccionar las joyas, hacer curadoría y adaptar algunos diseños al gusto peruano.
¿Qué proyectos se vienen para esta categoría?
Queremos que la categoría de joyas crezca. Eventualmente ejecutaremos un proyecto para lanzar una línea de joyería con nuestra identidad. Así como Tous tiene al oso, nosotros queremos desarrollar nuestro propio ícono. Este proyecto aún está pendiente y está a cargo de la siguiente generación, que será la encargada de sacar sublíneas u otras ideas. Tenemos proyectos interesantes que aun no se han concretado, pero ganas hay.
¿Quiénes forman parte de la quinta generación?
Hay 10 nietos en la familia y dos de ellos, los mayores, ya han ingresado a trabajar en la empresa bajo la guía de los más viejos. Ambos tuvieron la suerte de convivir con mi padre y tuvieron su enseñanza.
¿Cuál es la enseñanza que valora más de su padre?
Mi padre siempre nos decía que nos educó para hacer de todo: desde servir un café, abrir la puerta a un cliente o cobrar. Y también nos decía que no debíamos quedarnos detrás de un escritorio, sino salir y tener contacto con el cliente. Y es verdad, la quinta generación podrá trabajar desde un cuarto piso y ordenar todo desde ahí, pero no es la idea. El acercamiento con el cliente siempre debe mantenerse, ellos deben estar en la cancha.
Crecimiento esperado para el 2026
Pese al cierre de la tienda en Real Plaza Trujillo, Casa Banchero estima que este y el próximo año su crecimiento será de doble dígito. “Este 2025 incorporamos una nueva marca (Franck Muller) y, por eso, no vimos afectadas las ventas. Para el próximo año, toda mi confianza está puesta en la tienda del Jockey Plaza. Es mejor apuntar alto y remar alto”, dijo Héctor Banchero a G de Gestión.
Por último, informó que todo el trabajo de servicio al cliente ha hecho posible que muchos peruanos de alto patrimonio enfoquen su compra en el país antes que en mercados europeos o el estadounidense. Afirmó también que, a diferencia de México o Argentina, donde a las joyerías les cuesta vender, el Perú aún no ha llegado a su potencial en el segmento de lujo.

Coordinadora en la revista G de Gestión e integrante del podcast de economía y negocios 'Actualidad Latinoamericana'. Escribo sobre management, agricultura, tecnología y emprendimientos. Bachiller en Periodismo por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Activa participante de los cursos del Centro Knight para el Periodismo en las Américas.









