“Por el momento, no está la idea salir del directorio”, dice Roque Benavides Ganoza, presidente de Compañía de Minas Buenaventura, la principal productora de plata del Perú, que se prepara para una emisión de bonos por US$ 500 millones. Benavides, con 40 años en la empresa fundada por su padre, Alberto Benavides, reflexiona en esta entrevista sobre la suerte (Buenaventura significa suerte, como explicó su fundador en el 2013), la tercera generación —su familia es una de las más ricas del país—, el legado que quiere dejar y, por qué no, opina sobre las criptomonedas.
LEA TAMBIÉN: Buenaventura proyecta elevar producción en Yumpag y evalúa extender vida útil
¿Cuánto es suerte y cuánto es trabajo para alcanzar el éxito?
La suerte es trabajo y más trabajo, no llega sola. Coincido en que puede haber una dosis de suerte, como en cualquier aspecto de la vida, pero hoy, con la tecnología, es cada vez menos suerte. Hace poco estuve en el MIT, la mejor universidad de ingeniería del mundo, y la cantidad de investigación que hacen para la minería es impresionante.
Su padre contó que su primer capital lo levantó haciendo casi “chanchita”.
Si puedo aclarar algo sobre eso: si bien para comenzar Buenaventura mi padre levantó fondos con ayuda de amigos, familiares, la Cerro de Pasco y la Sociedad Minera Suizo Peruana Julcani, creo que es importante, y no como pretensión, sino como mensaje, que [mi padre] estudió en la Escuela Nacional de Ingeniería (hoy la UNI) y logró una beca para estudiar en Harvard. Él fue un producto de la educación.
A su regreso al Perú, trabajó muchos años en la Cerro de Pasco, llegando a ser gerente de exploraciones. Entonces, con todo ese conocimiento, no fue una “timba” entrar a Julcani. Fue con preparación, quién sabe de contactos, quién sabe de personas que valoraban a un joven que estaba muy bien capacitado, y buscó el capital con inteligencia y preparación. Así logramos Julcani.
¿A qué edad ingresa usted a trabajar en la compañía?
En 1985, tenía 31 años.
¿Cómo gerente financiero?
Con toda modestia aparte, yo empecé en la oficina de proyectos de Buenaventura un poco antes, en 1977, trabajando en el desarrollo de Uchucchacua, y me desarrollé como ingeniero de proyectos junto al ingeniero Walter Casquino, a quien siempre recuerdo con gratitud porque me orientó y ayudó mucho en mi formación.
Luego me fui a Inglaterra a hacer un posgrado en Administración de Empresas. Cuando regresé, trabajé varios años con mi padre hasta que en 1985 reemplacé a Alfonso Brasini. Desde entonces estuve en la gerencia de finanzas. Pero una vez más, con el perdón de la falta modestia, creo que mi formación ingenieril, complementada con la maestría en administración, resultó muy potente. Fueron formaciones distintas a las de mi padre (ingeniero de minas). No pretendo compararme con él, pero quién sabe, fueron complementarias.
Y enlistarse en la Bolsa fue clave para levantar capital.
Sí. Cuando nos enlistamos en la Bolsa de Nueva York [en 1996], levantamos US$ 170 millones. Ese capital nos permitió pagar todas las deudas que teníamos en ese momento y desarrollar proyectos como La Zanja, entrar a Cerro Verde y Tambomayo. Fuimos la primera empresa minera latinoamericana en inscribirse en esa bolsa, y quiero destacar que la decisión se tomó cuando mi padre tenía 74 años.
¿Fue decisión de él?
La decisión fue de la empresa, pero su opinión pesaba mucho. Nosotros, como grupo de gerencia, impulsamos el proyecto porque creíamos que era la forma de sobrevivir, y en buena medida fue así. Pero quiero resaltar cómo un hombre, a los 74 años, se embarcara en ese tipo de aventura… bueno, logramos convencer al directorio y a mi padre para concretar ese enlistado. Fue un punto de quiebre para las inversiones mineras en el país.
¿Cree que más empresas peruanas deberían enlistarse en la bolsa?
Quizá la primera empresa que lo hizo fue el Banco Wiese, aunque fue breve porque luego fue comprado y enfrentó algunos problemas. Entiendo que Pacasmayo está enlistada y también Credicorp. Pero si uno quiere levantar capital, bueno...
LEA TAMBIÉN: Perú camino a ser desplazado como productor de cobre: cayó en 7 principales minas
Enfoque
¿Han considerado diversificarse hacia otras industrias, como la agricultura?
Hay una frase en inglés que uso mucho: KISS (Keep It Simple, Stupid!). Estamos muy enfocados en la industria minera. Sí creemos en la diversificación, pero geográficamente. Por eso, en el pasado hemos explorado oportunidades en países como Ecuador, Venezuela, Colombia, Chile, Bolivia e incluso Brasil.
¿Y que pasó?
Curiosamente, siempre que salíamos terminábamos encontrando mejores oportunidades en el Perú. Luego, con los ciclos [económicos], enfrentamos algunas crisis y nos retraíamos en el Perú. Pero siempre estamos observando oportunidades para invertir. La verdad es que el talento de nuestra organización y de los profesionales que tenemos merece ser visto también fuera del país.
Algunos empresarios opinan que invertir en el Perú es más difícil que en otros países debido a los trámites.
Creo que ahora hay un esfuerzo auténtico por simplificar procesos. Veremos. Pero no creamos en la idea de que “el jardín del vecino siempre se ve más verde”. A veces decimos que las cosas son más fáciles afuera, pero es difícil en todas partes ah. No desmerezcamos nuestro país.
¿Qué opina sobre el litio?
Actualmente no producimos nada, pero no creo que sea descartable. Sin embargo, como dicen los chicos, el litio es muy “fashion”. Creo que el cobre, por su importancia estratégica, es mucho más relevante.
¿De qué tema suele hablar más en sus clases en la PUCP y la UNI?
En los últimos tres semestres, hay una pregunta que siempre hago de cajón: ¿qué harían con la minería informal?
¿Y qué haría usted?
Los alumnos han planteado distintas alternativas según su experiencia. Algunos han trabajado en Pataz (La Libertad) y coinciden en que el primer paso es facilitar la formalización, que no significa extender plazos indefinidamente. Si se imponen demasiadas trabas, la gente tiende a permanecer en la informalidad. Esto no solo ocurre en la minería, sino en cualquier industria. En cambio, si se reducen barreras innecesarias, la formalización se vuelve una opción más viable.
¿Qué barreras deberían eliminarse?
Varias. Una de las propuestas que me pareció interesante es la del sandbox, un concepto que mencionó Derek Cok. La idea es que, dentro de una concesión minera, si ya se cuenta con un permiso de operación, los cambios en los procesos puedan informarse sin necesidad de permisos adicionales. En Julcani, por ejemplo, llevamos operando 72 años y aún debemos pedir permisos para explorar dentro de nuestra propia concesión. Necesitamos ser más imaginativos y simplificar los procesos.
LEA TAMBIÉN: Proveedores de minería cautelosos, lo que les espera este año
¿Tercera generación?
¿Cuándo conoció a fondo el negocio?
La operación minera, creo que al terminar mis estudios de ingeniería; pero desde el punto de vista humano, de conocer la sierra del Perú y las minas, tengo fotos a los tres o cuatro años en las minas.
¿Le tocó lampear como a su papá?
Esas fueron sus prácticas preprofesionales cuando él estaba en el posgrado de Harvard, pero yo no.
¿Su hijo está involucrado en el negocio?
No, él está muy metido en finanzas y tiene una amplia educación. Él se dedica a temas financieros, es lo que escogió y es lo que está haciendo. No necesariamente tiene que trabajar en la empresa. Seguramente es lo tradicional, pero las empresas se han modernizado y hay que buscar el mejor talento.
¿No hay tercera generación entonces?
A nivel de directorio, de repente, pero hoy por hoy no tenemos a nadie.
LEA TAMBIÉN: Gloria mira a Chancay: “En Hong Kong la cantidad de personas que toman té con leche es brutal”
Periodo presidencial
¿Qué le queda por hacer o aprender?
Soy una persona bastante activa. Mi padre nunca se retiró y siempre contribuyó. No pretendo compararme con él, pero, por otro lado, me horroriza siquiera pensar que uno se siente pues a regar el jardín. Yo sí me he vuelto muy lector, creo que hay tanto por aprender. Creo que hay algo por enseñar, por apoyar al desarrollo de Buenaventura el tiempo que sea. No pretendo entornillarme en ningún puesto. Aquí hay una buena gerencia.
¿Ya está por cumplirse su periodo en la presidencia?
Creo que el próximo año hay elección de directorio, pero que yo sepa, por el momento, no hay la idea de salir del directorio. El tema de Antofagasta [adquirió el 19% de las acciones de Buenaventura] es una compra de una empresa de primer orden que tiene dos directores en el directorio. Ellos colaboran mucho, y nosotros valoramos eso. Creo que con la experiencia podemos potenciar algunos proyectos.
¿A quién escucha más?
Al directorio. Es ahí donde se discuten estos temas y tenemos gente competente.
¿Hay talento millennial?
No. La mayoría son gente madura [en el directorio]. Bueno, hay uno de 45 años que es precisamente uno de los directores de Antofagasta.
“No invierto en lo que no entiendo”
No publica mucho en X (antes Twitter) ni en LinkedIn
También tengo cuenta de Facebook, pero no TikTok. Estoy un poco atrasado con eso.
¿Usa inteligencia artificial en su vida diaria?
Uso ChatGPT, pero más allá de eso, no.
¿Invierte en criptomonedas?
He leído tres libros de criptomonedas y todavía no entiendo. No invierto en lo que no entiendo.
Es un buen consejo
El otro día, en una reunión con financistas, gente potente, muy seria, les pregunté sobre las criptomonedas y todos estaban en la misma línea que yo: que han leído, escuchan, pero no invierten. Aunque hay otros que sí, como el gobierno americano, con Trump y todos sus asesores.
Ahora Trump tiene mayoría en el Congreso
En el Perú hemos pasado por gobiernos que también tenían el control en el Congreso y comenzaron a pelearse. No crea que los gringos no pelean. Creo que tendrán que hilar muy fino para sacar adelante sus leyes. Leía el otro día el libro La Crisis del Capitalismo Democrático (Martin Wolf), que en el fondo lo que dice es que, con la caída del muro de Berlín, el capitalismo fue lo que sobrevivió. Pero ese capitalismo no puede vivir sin democracia. Ahí está China o Trump... si sus formas son las más democráticas... inclusive la del señor Milei, creo que tiene que haber equilibrio entre democracia y desarrollo económico.
El legado de Roque
¿Qué legado quiere dejar?
Es difícil fundar una empresa, pero también es difícil mantener las empresas. Quiero que se me recuerde como parte de haber contribuido a que Buenaventura haya continuado los pasos de mi padre y sus fundadores.
Tiene 72 años la empresa
Mi padre fundó Buenaventura a los 32 años.
¿Algún consejo final?
Hay que leer todo lo que podamos y aprender todo lo que nos toque. Es fundamental el inglés. ¿El chino? Yo supongo, aunque me suena tan lejano aprender chino, pero hay muchos chinos que hablan inglés.
Short Bío
Estudios: Roque Benavides es ingeniero civil por la Universidad Católica de Perú. Estudió una maestría en Administración de Empresas en Harvard y finalizó un programa de Administración de Empresas en Reino Unido.
Experiencia: Ingresó a Compañía de Minas Buenaventura a los 31 años. Fue presidente de la Confiep. Figuró como una de las personas más poderosa del país en el 2019.
LE PUEDE INTERESAR
- Fundador del Grupo Gloria: “Es difícil desligarse de una actividad en la que he estado 50 años”
- Del abuelo al nieto: Grupo Inca, dueño de Incalpaca, en fase de transición generacional
- Mercedes Auris, dueña de Vivero Los Viñedos: “En abril cederé completamente la gerencia”
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.
Coordinadora en la revista G de Gestión e integrante del podcast de economía y negocios 'Actualidad Latinoamericana'. Escribo sobre management, agricultura, tecnología y emprendimientos. Bachiller en Periodismo por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Activa participante de los cursos del Centro Knight para el Periodismo en las Américas.