(G de Gestión) La demanda de atención en las clínicas se estancó ligeramente este año, en parte, por las condiciones económicas. Sin embargo, las nuevas causas de fallecimiento y enfermedad —más dolencias cardiovasculares y oncológicas— están empujando a estos recintos hospitalarios a modernizar su atención: para el 2025, algunos continuarán realizando inversiones en infraestructura y atención ambulatoria.
Carlos Joo Luck, gerente general de la Clínica Stella Maris, recordó que en el 2022 destinaron S/ 50 millones a la construcción de seis pisos de su Bloque A, y que en el 2024 implementaron unidades para rehabilitación y UCI neonatal. En cuanto al año entrante, el plan es desembolsar poco más de S/ 6 millones para la compra de un resonador magnético con IA y un equipo Siemens Artis Zee de angiografía, y para ampliar su cartera de servicios en urología y en UCI pediátrica. “Queremos renovar el centro obstétrico y modernizar el sistema de admisión ambulatoria y hospitalaria”, detalla Joo Luck.
La Clínica Ricardo Palma también avizora nuevas inversiones. Su gerente general, Jesús Manso Pérez-Cosío, afirma que “hay expectativas de crecimiento importantes en todos los agentes”. En su caso, mantienen un nivel de inversión de doble dígito porcentual con respecto al ebitda. “Nos encontramos ante la necesidad de invertir en grandes tecnologías e innovaciones médicas de alto presupuesto, pero de gran impacto para beneficio de nuestros pacientes, que son el core de nuestro negocio”, refiere.
El ejecutivo anticipa que, para su aniversario 50 —que se celebrará en el 2025— se ejecutará un ambicioso plan que les permita ser líderes la próxima década. Esto se traduciría en multiplicar sus actuales inversiones para atender el modelo de enfermedad y mortalidad vigente en el Perú, cada vez más parecido al de las naciones más desarrolladas, por lo que han puesto en marcha la Unidad de Ecocardiografía Avanzada, mejoraron su atención a las enfermedades cerebrovasculares e inauguraron la nueva Unidad Materno-Infantil.
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¿Megatendencia?
En el Perú, comenta el gerente general de la Clínica Ricardo Palma, se está desarrollando, tal como sucede en diferentes países, una nueva tendencia que afecta los sistemas de salud público y privado: debido al mayor nivel de envejecimiento poblacional, a la disminución de la natalidad y al cambio climático, se está incrementando la incidencia de enfermedades no transmisibles, como cáncer, dislipidemia, cardiopatía, diabetes o hipertensión arterial, que significarán un alto costo sanitario. A nivel nacional, una persona acude a un doctor 3,5 veces al año, pese a que en el sector público hay un déficit de personal médico de 30%.
Lo anterior también empuja a ampliar la oferta en los centros privados. La Clínica Médica Cayetano Heredia, que tiene sedes en los distritos de San Martín de Porres y Lince, señala que sus planes de expansión continuarán para Lima y provincias. Héctor Quezada Macchiavello, gerente general de la entidad, indica que entre los proyectos a futuro se encuentra la construcción de una nueva torre ambulatoria de consultorios médicos adyacente a la sede principal en Lima Norte, así como la culminación del cuarto piso hospitalario, lo que permitirá ampliar la oferta a más de 110 camas. “Este es un plan de desarrollo 2025-2026 que ya está presentado a todos los estamentos de la alta dirección y a nuestros accionistas”, precisa Quezada. Su proyección hacia el 2030 incluye tener presencia en las principales provincias.
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Prevención
Marcelo Escobar, gerente de Red Prestacional de Auna Perú, cree firmemente que para construir sociedades más sanas es fundamental evolucionar del modelo de salud tradicional de “curar” hacia uno que priorice el “cuidar”, integrando prevención, detección temprana y un manejo de alta complejidad, sin descuidar la inversión en infraestructura.
De hecho, comenta que hacia el 2026 ampliarán la oferta de servicios ambulatorios y el número de camas hospitalarias, y que, a mediano plazo, su visión contempla nuevos proyectos para expandir significativamente sus instalaciones. “El tratamiento integral, con pruebas y procedimientos de última generación, es uno de nuestros pilares estratégicos”, anota.
Las nuevas apuestas e iniciativas señaladas en este artículo irían en línea con la tendencia global de la cultura del bienestar. Y es que para los consumidores de las generaciones Z y millennial estar bien es lo principal en su vida diaria, o al menos una de sus prioridades. Solo en Estados Unidos, por ejemplo, el 26% de consumidores está interesado en realizarse pruebas caseras para detectar deficiencias de vitaminas y minerales, y el 23%, para revisar sus niveles de colesterol. Y, en el Perú, un estudio de la Unidad de Inteligencia de Datos, de Impulso Corp, reveló que el 33% de las consultas en la web sobre medicina privada está relacionado justamente con servicios de bienestar y medicina preventiva.
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