
El mercado bursátil peruano ha vivido una gran transformación en sus operaciones a lo largo del tiempo. Desde que se fundó la Bolsa de Valores de Lima (BVL), en 1860, hasta finales de los 90 existió la negociación a viva voz o “en el piso o parqué”.
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Los agentes de bolsa que de esas épocas las rememoran con algo de nostalgia, pues la adrenalina que se experimentaba no es la misma que ahora, cuando se ejecutan operaciones desde una computadora o el celular.
En la emblemática sede de la BVL del pasaje Acuña del centro de Lima, existían dos espacios a los que se llamaban “corros”, uno de acciones industriales y de servicios y otro estrictamente de mineras.
En cada uno de los corros, las sociedades de agentes de bolsa contaban con un trader y una persona que le asistía, el ‘runner’. Ellos recibían las órdenes por teléfono fijo por parte de los clientes institucionales, normalmente extranjeros.
Por su parte, las personas interesadas se acercaban a la sede de la BVL. No podían ingresar directamente al corro. Las separaba un muro de vidrio que les permitía ver, mas no escuchar, todo lo que sucedía adentro, en el piso.
Para realizar una operación, la persona utilizaba un teléfono instalado en el mismo corro y se comunicaba con el agente de bolsa ubicado adentro.
Una vez recibida la orden, ya sea de un individuo o de un cliente institucional, el trader ofrecía, por ejemplo, comprar la acción de la empresa AZ a S/ 2. Si ningún otro trader le quería vender a ese precio, lo subía hasta poder cerrar un trato.
“Antes la negociación era muchísimo más efervescente. Hoy no tienes esa confrontación física”, recuerda Pablo Leno, gerente general de Renta 4 SAB.
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Cambio de rol del trader
A mediados de los 90, se empezaron a realizar transacciones de forma electrónica en la BVL, a través de un sistema llamado Elex. Este coexistió con la negociación a viva voz hasta finales de esa misma década cuando el antiguo mecanismo con “pregoneros” se extinguió por completo.
Sin embargo, no fue sino hasta seis años cuando las sociedades agentes de bolsa lanzaron sus plataformas virtuales (aplicativos) para que sus clientes realicen directamente operaciones, sin requerimiento de un intermediario.
Antes de eso, siempre era necesario comunicarse con la SAB, ya sea mediante correo electrónico o por teléfono, para efectuar cualquier transacción.
Los aplicativos móviles que aparecieron a fines de la década pasada, y hoy cada vez más en boga, llevan el mercado bursátil a las manos de cualquier persona que con un clic y en cuestión de minutos puede ejecutar una operación.
¿Cuál es entonces el rol de los traders en la actualidad? Pues se dedican a una labor de asesoría especializada y ya no tanto a un mero trabajo de ejecución de órdenes.
“Son dos hitos que se han dado. Uno a inicios de los noventa con el inicio de las operaciones electrónicas y el otro alrededor del 2018, cuando las SAB lanzan sus plataformas”, resume Javier Penny, docente de la Universidad de Lima.
“El foco hoy en día del operador es evolucionar el portafolio, dar asesoría a sus clientes. Más que tomarle una orden la idea es darle un soporte y seguimiento a sus decisiones”, reflexiona Daniel Romero, gerente general de Diviso Bolsa.
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Plataforma para el trading
Millennium es el sistema que permite a los participantes en la BVL comprar y vender sus valores. Consiste en una aplicación y varios servidores que posibilitan ejecutar operaciones cuando existen posturas compatibles. Su lanzamiento fue en el 2015 y remplazó al antiguo sistema Elex.

Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.