Los amantes del vino empiezan a buscar opciones de bebidas biodinámicos y, en su mayoría, orgánicos, que representan una forma de producción más limpia y transparente. Foto referencial.
Los amantes del vino empiezan a buscar opciones de bebidas biodinámicos y, en su mayoría, orgánicos, que representan una forma de producción más limpia y transparente. Foto referencial.

(G de Gestión) En un mercado dominado por lo masivo y lo industrial, emerge una nueva generación de consumidores jóvenes, exigentes y con mayor poder adquisitivo, que prefieren productos únicos como los de pequeñas producciones. Estos compradores no solo buscan calidad, sino también autenticidad: vinos que respeten el medio ambiente y cuenten una historia detrás de la etiqueta.

“Las nuevas generaciones han influido significativamente en el aumento del consumo de vino, ya que son cada vez más curiosas y buscan propuestas distintas y originales”, comenta Melina Bertocchi, sommelier y creadora de la feria especializada “Hay más vino”.

Bertocchi también detalla que entre los asistentes a ferias especializadas se identifican dos tipos de consumidores: los mayores de 40 años, que tienen claras sus preferencias sobre el vino, pero aún se sorprenden con nuevas propuestas; y el público más joven, de entre 25 y 40 años, que está empezando a tomar el vino más en serio. “Es aquí donde tenemos la oportunidad de que el consumo de vino crezca aún más”, concluye.

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Las 10 etiquetas que no puede perderse:

  • Laura Hartwig. Esta bodega boutique, situada en el corazón de Colchagua, Chile, sigue una filosofía de mínima intervención en sus procesos. Su vino ícono, “Laura”, es un blend que combina cabernet sauvignon, malbec, cabernet franc y petit verdot. Tras pasar 20 meses en barricas de roble francés, se afina durante un año en botella, logrando un carácter único.
  • Krontiras. Esta bodega se rige por los principios de la biodinámica, lo que significa que todo lo que se extrae de la tierra debe regresar a ella, evitando el uso de procesos industriales. Sus vinos son orgánicos, biodinámicos y veganos. Ubicada entre los cerros de Luján de Cuyo, en Mendoza, Argentina, destaca por su agliánico Natural. Esta variedad de vid, originaria de Grecia, fue llevada al sur de Italia, donde se desarrolló ampliamente. Esta etiqueta es la única de agliánico producida en Argentina. El vino no tiene sulfitos agregados, se elabora con levaduras autóctonas y fermenta en tanques de acero.
  • Deux Familles. El brut rosé Premier Cru es un champán rosado seco, originario de la región de Champagne, Francia. Producido con un 50% de uva meunier y 50% de pinot noir, presenta aromas frescos de fresas, cerezas y arándanos, complementados por delicados toques florales de violeta, lila y rosa.
  • Aranwa. La familia Busso emigró de Italia a Argentina para dedicarse a la producción de vinos. Sus viñedos, con más de 80 años de antigüedad, son el origen de su destacado reserva cabernet franc. Este vino, envejecido durante 12 meses en barricas de roble francés, ofrece aromas a violetas, frambuesas y vainilla, complementados por notas tostadas, de chocolate y tabaco aportadas por la madera. Con cuerpo y taninos redondeados, es perfecto para acompañar quesos curados y carnes no magras, como rabo de toro u ossobuco.
  • Casa Rojo. Macho Man Monastrell (MMM) es un vino que reposa seis meses en barricas de roble. De color rojo intenso y carácter afrutado, destaca por sus notas de compota de frutas rojas y un toque anisado. En boca es estructurado, fresco, mineral y elegante. Este vino ha sido galardonado como el mejor tinto de monastrell del mundo en la 34ª edición del concurso internacional Mundus Vini, en Alemania. Casa Rojo, su productora, trabaja exclusivamente con uvas de sus propios viñedos en Murcia y Ribera del Duero.
  • Fuy Wines. Este proyecto independiente se define por su lucha diaria por un mundo del vino más vibrante y espontáneo. Dicen odiar los puntajes y a los “expertos” de los vinos, prefiriendo un enfoque más libre y auténtico. Sus etiquetas reflejan su pasión por el color. Entre sus creaciones destaca “Mi Próximo Movimiento”, con dos blends intrigantes: el carmenere-carignan, que ofrece taninos maduros, final prolongado, y aromas a mora, pimienta y vainilla; y el cabernet franc-malbec, con notas de guinda, ciruela e higos, acompañado de taninos bien equilibrados.
  • Barollo. El Frater Rosso de esta bodega está elaborado con 100% uvas merlot, lo que le confiere un color rubí con reflejos violetas, y notas especiadas y de cereza. Sus viñedos se encuentran en una región entre Venecia y Treviso, famosa por su microclima único en Italia, que aporta características únicas a sus vinos.
  • Penedo Borges. Esta bodega boutique nos ofrece Prisma, un malbec de Luján de Cuyo, Argentina, con aromas a frutos rojos, flores y notas de chocolate en nariz. Ofrece una buena estructura, taninos maduros y sedosos, con un final amable.
  • Casa La Rad. La finca vitivinícola más grande y con mayor biodiversidad ecológica de la región de La Rioja nos trae Solarce, un tinto elaborado con 70% tempranillo, 20% garnacha y mazuelo, graciano y 10% de otras variedades. Este vino se cría durante ocho meses en barricas de roble americano y francés, destacándose por sus aromas a cereza y caramelo, su estructura y taninos equilibrados.
  • Bodega Terras Gauda. El Abadía de San Campio es un albariño fresco con notas de piña, manzana, pera y anís. Equilibrado y potente, es ideal para acompañar mariscos y comida japonesa. Es uno de los albariños más premiados de su categoría, ganador del Gran Albariño de Oro en el I Concurso de Albariños del Mundo (Inglaterra) y del primer premio en la Fiesta Anual del Albariño en Pontevedra, España.

El evento ‘Hay más vino’ se llevará a cabo el 18 y 19 de octubre en el Hotel Pullman, en Miraflores. Los asistentes podrán descubrir etiquetas de vino poco conocidas del Perú y el mundo, vinos veganos, biodinámicos y orgánicos, que representan una forma de producción más limpia y transparente. Además, se realizarán charlas, catas guiadas y talleres a cargo de expertos del sector, quienes hablarán sobre tendencias, nuevas zonas vitivinícolas y cepas poco conocidas.

Para los entusiastas del vino, la feria ofrecerá una barra de vinos premium por copa, brindando la oportunidad de degustar etiquetas de alto valor que, generalmente, solo se comercializan por botella. Las entradas están disponibles a la venta en Teleticket.

Durante el evento estarán presentes etiquetas de Argentina. (Foto: Andrés Larrovere / AFP)
Durante el evento estarán presentes etiquetas de Argentina. (Foto: Andrés Larrovere / AFP)

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SOBRE EL AUTOR

Estudió Administración de empresas en la U. de Piura. Cuenta con más de 10 años de experiencia en el mundo editorial, en los que ha escrito para medios como Revista G de Gestión, Gestión, El Comercio, Semana Económica, El Trinche, Revista Macondo (Barcelona), Cosas, Revista J, entre otros. Tiene una maestría de Escritura Creativa en la PUCP.

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