The White Lotus, ¿Qué nos dice la serie sobre la hotelería de lujo?

En un mundo obsesionado con el bienestar y la longevidad, quedaron atrás los consumidores satisfechos con un simple masaje o tratamiento facial. En los últimos años, las propuestas de hoteles con enfoque wellness se han sofisticado y robustecido considerablemente. Esta transformación en la visión comercial de la industria promueve la venta de estancias en determinadas propiedades como un propósito en sí mismo, que transciende la visión de los hoteles como meros prestadores de servicios de alojamiento dentro de un circuito turístico. Los hoteles destino y el bienestar como fin son una tendencia en crecimiento.

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El hotel Kamalaya, en Tailandia, ofrece a sus huéspedes la posibilidad de mejorar su potencial de vida. Para ello, les asigna un mentor que se encargará de brindarles soporte emocional, terapias de meditación o acupuntura y sesiones para calmar la ansiedad. En el aspecto físico, el establecimiento propone dietas ayurvédicas para mejorar la calidad del intestino. En Dubái, el hotel Siro centra su propuesta de valor en el fitness y la recuperación corporal. La propiedad ofrece una amplia variedad de rutinas de entrenamiento, alimentación basada en macronutrientes, crioterapia y electroestimulación muscular. Para favorecer el descanso, el hotel dispone de colchones termorregulables, un menú de almohadas y un sistema de blackouts sincronizado con el ritmo cardíaco de sus huéspedes, que pone la tecnología al servicio de su bienestar.

Los hoteles Sha, en España y México, venden estancias eficientes para mejorar la salud de manera placentera. Con distintos programas que buscan desde la pérdida de peso hasta estrategias para ganarle la carrera al paso de los años, la cadena adopta una aproximación científica en sus servicios, aunque procura que la experiencia no se perciba como una visita médica. El hotel Amanpuri, por su parte, ofrece transfusiones intravenosas alineadas a los requerimientos clínicos de sus clientes, pero lo hace de manera muy discreta, aprovechando lo inimaginable que esto resulta dentro de su paradisíaca propiedad en Phuket.

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La industria, tradicionalmente separaba a sus clientes en huéspedes que viajan por negocios y turistas por placer. Sin embargo, hoy los viajeros bleisure, que alternan el trabajo y entretenimiento, desafían esta categorización y, además, exigen experiencias que contribuyan a su bienestar. Ojalá con mayor suerte que la de los personajes de White Lotus.