
El contexto externo se mantiene altamente incierto en medio de una política comercial errática por parte del presidente Donald Trump, quien ha incrementado los temores de un impacto negativo sobre la actividad económica norteamericana, contrario a las expectativas iniciales tras su victoria en las elecciones de noviembre por sus propuestas de menores impuestos y mayor desregulación.
Por su parte, Alemania ha propuesto recursos históricamente altos dirigidos al gasto en defensa e infraestructura ante la posibilidad de una guerra comercial global y las expectativas de un menor apoyo militar de Estados Unidos a Europa tras los recientes acontecimientos alrededor del conflicto Rusia-Ucrania. Esto ha mejorado recientemente las perspectivas sobre la economía europea. Por otro lado, de manera favorable, el gobierno chino estableció como objetivo de crecimiento para este año niveles cercanos al 5% nuevamente.
Bajo este convulsionado escenario externo actual, los riesgos se mantienen inusualmente elevados para la economía peruana. Dicho esto, los más recientes datos de actividad reflejan una tendencia favorable que permite mantener la expectativa de tasas de crecimiento relativamente saludables este año. La economía terminó expandiéndose un 3.3% en 2024, casi 1pp por arriba de las expectativas de los analistas al inicio del año. Este desempeño se produjo en medio de la reversión de los diversos choques observados en 2023 (climáticos y sociales), lo que significó un mejor comportamiento de sectores como pesca, agricultura, manufactura y transporte, entre otros, en el 2024. Asimismo, una dinámica ejecución de inversión por parte de gobiernos subnacionales, el séptimo retiro de las AFP, la inflación controlada, menores tasas de interés y altos términos de intercambio contribuyeron de manera importante al crecimiento del año pasado.
LEA TAMBIÉN: ¿Cuánto recorte del gasto público es razonable?, por Bruno Ghio
Con todo, en nuestro Reporte Macroeconómico Trimestral publicado esta semana, revisamos al alza la proyección de crecimiento del PBI para 2025, de 2.8% a 3.2%. Al buen dinamismo de diversos indicadores líderes en el arranque del año se suma la expectativa de que el consumo privado gane mayor tracción con la aceleración en la creación de empleo y la mejora en salarios reales jugando un rol clave, mientras que la inversión privada se seguirá recuperando en medio de una mayor confianza empresarial. Esta estimación de 3.2% ubicará a la economía peruana como una de las más dinámicas de la región este año, lo cual es, sin duda, favorable.
Dicho esto, la verdad es que crecer poco más de 3% en 2024-2025, luego de la primera contracción del PBI en 25 años en 2023 (excluyendo la pandemia), con términos de intercambio en torno a máximos históricos y una macroeconomía relativamente ordenada, no resulta nada excepcional, más aún considerando que el promedio de crecimiento de Perú en los últimos 100 años es cercano al 4%. Así, es claro que se requieren reformas estructurales y menor incertidumbre política.
Por su parte, deben reconocerse riesgos a la baja este año provenientes del contexto externo, factores climáticos (El Niño) y el período electoral, el cual podría incidir en la toma de decisiones de inversión más adelante en el año.
LEA TAMBIÉN: Perspectivas financieras 2025: inflación, tasas y retos globales
Desde el lado de la inflación, esta se mantendrá bajo control, con la posibilidad de que se acerque al 1% este mes en medio de una alta base de comparación y bajas presiones de demanda. Esperamos que la inflación total se ubique en 2.3% para el cierre de año conforme la base estadística llega a ser menos favorable y la brecha del producto se vaya cerrando. Bajo este escenario, creemos que existe espacio para que el BCRP reduzca una o dos veces más la tasa de interés hasta 4.25%-4.50%.
Finalmente, el sol peruano ha continuado gozando de fundamentos saludables, en particular, de unas cuentas externas sólidas. En la medida en que prevemos que los términos de intercambio se mantendrán en niveles favorables este año, con la balanza comercial registrando un nuevo máximo histórico, consideramos que las presiones de apreciación podrían mantenerse en el corto plazo. En todo caso, esto sería contrarrestado, al menos parcialmente, por los vencimientos de swaps cambiarios del BCRP, mientras que no se descartan presiones depreciatorias por la incertidumbre comercial global. Con todo, mantenemos nuestra estimación de USDPEN de 3.75 para el cierre de año.
MÁS CONTENIDO DE G DE GESTIÓN
- Venta de Wong a Cencosud: 17 años de negociaciones y un tercero en juego
- The Economist: ¿Cómo se crean los materiales del futuro, según modelos de IA?
- De la pasión a la razón: ¿cómo logró Alianza Lima alejarse de la mala racha financiera?
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.