
Los vientos de afuera soplan a favor de nuestro país. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) acaba de publicar sus proyecciones económicas para los próximos años y resalta la visión de que la economía estadounidense crecerá entre 1.6% y 1.9% entre el 2025 y 2028. Por su parte, el desempleo se proyecta estable —entre 4,2% y 4,5% en el mismo periodo—, reflejando la expectativa de que se podrá evitar una recesión y mantener la estabilidad laboral en los próximos años.
Así, las sorpresas han sido positivas desde el punto de vista de crecimiento. La diferencia frente a las cifras reportadas en junio de este año puede ser marginal, pero el cambio genera un impacto importante para el conjunto de inversionistas, quienes evalúan constantemente si el “aterrizaje suave” de la economía sigue siendo un escenario plausible. Por supuesto, los riesgos macroeconómicos permanecen. La inflación de corto plazo probablemente sea algo más alta —un efecto muy ligado a los aranceles— y la evolución del mercado laboral podría poner en duda, en algún momento, la gran estabilidad que se observa en ese mercado. La economía estadounidense, una vez más, demuestra una resiliencia que le permite navegar a distintos ritmos en un mundo que muestra más riesgos que antes.
En ese contexto, las noticias del país norteamericano son positivas para el mundo emergente. Es cierto que la economía china sigue complicada para reflejar una clara recuperación del consumo interno, pero cuenta con un amplio espacio para implementar una política fiscal más expansiva y efectiva (al menos en comparación con la implementada en los últimos tres años). La demanda de commodities sigue fuerte por el boom de la inteligencia artificial y la necesidad global de renovar las fuentes de energía. Además, el dólar viene depreciándose y sigue la búsqueda por alternativas de reserva de valor frente a esta moneda. Todas estas noticias son extraordinarias para un país como el nuestro. Sin embargo, pese a este entorno, seguimos creciendo alrededor de 3%, sin promover nuevas inversiones y mellando la confianza de los inversionistas al mostrar marchas y contramarchas en los planes de acción para fomentar un mayor y más estable bienestar para nuestra población.

La semana pasada, más de 80 representantes del sector público y privado peruano —entre ellos ministros, empresarios y ejecutivos financieros— participaron en una gira en Europa, donde se reunieron con decenas de inversionistas internacionales. El objetivo era retomar la buena práctica de mostrar las bondades de la economía peruana y las políticas de estado que se piensa implementar para hacer más viable nuestro país. Si bien el punto de partida es saludable, es importante mostrar cuál es el plan para continuar creciendo y distribuyendo la riqueza. Entre otros mensajes, los representantes del gobierno indicaron que se tomarían medidas para mantener y fomentar el ahorro nacional, garantizar la estabilidad del sistema de pensiones y evitar mayores retiros. Sin embargo, pocos días después, la presidenta Dina Boluarte anunció que su gobierno respaldaba un retiro más de los fondos de las AFPs. Los funcionarios públicos han tratado de desviar la atención asegurando que “no hay inconsistencia” entre lo comunicado en las reuniones en Europa y lo que finalmente apoyó el gobierno.
Entonces, ¿cómo confiar en Perú? La respuesta estará en cada uno de nosotros el día que acudamos a votar por un nuevo presidente y un nuevo Congreso. Será clave tener un Senado menos fragmentado que permita dejar atrás las continuas negociaciones para mantenerse en el poder y, en cambio, enfocarse en conciliar: (i) el deseo de mejorar, (ii) la adopción de conclusiones técnicas en los diferentes ámbitos de gobierno, (iii) lo que se dice que se va a hacer y (iv) lo que finalmente se ejecuta.

Graduado en Administración de Empresas y Contabilidad de la U. del Pacífico, con un MBA de Columbia Business School. En AFP Integra se ha desempeñado como Portfolio Manager de Renta Variable, estratega de Inversiones, gerente de Inversiones de Renta Variable, gerente de Inversiones Top Down y actualmente como vicepresidente de Inversiones.