El consumo mundial de electricidad aumentará este año a medida que el mundo vaya saliendo de la pandemia de coronavirus, y los combustibles fósiles darán cuenta de casi la mitad del incremento en un cambio que amenaza los ambiciosos objetivos de emisiones de carbono cero neto.
La demanda de energía aumentará casi 5% en el 2021 después de caer 1% el año pasado, según un informe dado a conocer el jueves por la Agencia Internacional de Energía (AIE). La mayor parte del incremento provendrá de Asia, donde la fuerte demanda de carbón mantiene al combustible fósil más sucio como la mayor fuente de electricidad del mundo.
La energía limpia también se está recuperando, pero no lo suficiente para compensar los avances del carbón y controlar los gases de efecto invernadero que están impulsando el cambio climático.
Después de dos años de disminución, las emisiones de carbono del sector eléctrico se elevarán un 3.5% este año y otro 2.5% a un máximo histórico en el 2022, indicó la AIE en su informe semestral sobre el mercado eléctrico. Como resultado, el mundo se está saliendo de la trayectoria necesaria para que las naciones alcancen la neutralidad de carbono.
“La energía renovable está creciendo de manera impresionante en muchas partes del mundo, pero todavía no ha llegado donde se necesita para que nos dirijamos a alcanzar el cero neto en emisiones para mediados de siglo”, dijo en un comunicado Keisuke Sadamori, director de mercados energéticos y seguridad de la AIE.
Después de disminuir 4.6% el año pasado, se proyecta que la producción de electricidad a carbón aumentará casi 5% en el 2021 y otro 3% en el 2022. Las energías renovables aumentarán 8% este año y 6% el próximo, pero dicho incremento solo abastecerá cerca de la mitad de la creciente necesidad mundial de electricidad.
Eso aumentará las emisiones derivadas de la producción eléctrica durante al menos los próximos dos años, en un momento en que la AIE ha dicho que deben reducirse en un promedio de 4.4% por año para alcanzar los objetivos climáticos de neutralidad de carbono.
“Para cambiar a una trayectoria sostenible, debemos incrementar de forma importante la inversión en tecnologías de energía limpia”, manifestó Sadamori.