Para aquellos inversionistas enfocados en el clima, Credit Suisse Group AG ha señalado una incómoda ironía en un nuevo informe: reducir la huella de carbono de una cartera no necesariamente conduce a menores emisiones de gases de efecto invernadero.
“Descarbonizar su cartera no es lo mismo que crear una cartera que ayude a descarbonizar el mundo”, escribió James Gifford, jefe de asesoría de impacto del banco, en el informe publicado el jueves.
Para ilustrar su punto de vista, Gifford dio el ejemplo de un productor de turbinas eólicas: tal compañía puede tener una huella alta en carbono como resultado de su proceso de fabricación, pero su producto es un componente clave de los esfuerzos para dejar atrás el mundo de los combustibles fósiles. Mientras tanto, comprar acciones de una compañía con bajas emisiones de carbono en un sector con una huella relativamente pequeña, como los medios de comunicación, tendrá un impacto muy limitado en el cambio climático, según el informe.
Alguna vez una amenaza lejana, el cambio climático se ha convertido en una realidad apremiante para los administradores de fondos, ya que enfrentan crecientes exigencias de inversionistas, reguladores y activistas para dirigir el capital hacia negocios que contribuyan a un futuro más verde. Una forma rápida de calmar a los críticos y mostrar evidencia de la acción climática es soltando las tenencias de alto consumo de carbono, pero al hacerlo, los administradores de fondos corren el riesgo de renunciar a su capacidad de influir en los contaminadores corporativos.
Los inversionistas deberían “no solo considerar cómo reducir la exposición al carbono en sus carteras y garantizar que estén alineadas con un futuro bajo en carbono, sino también explorar si sus carteras realmente están contribuyendo a resolver el desafío climático”, escribió Gifford en el informe.
Presionar a las compañías para que reduzcan las emisiones y reorganicen sus negocios para un futuro bajo en carbono puede ser un proceso arduo y complicado, por lo que los inversionistas que desean fomentar el cambio deberían elegir su enfoque sabiamente, dijo Gifford, con sede en Zúrich, en una entrevista. Los inversionistas pueden tener el mayor impacto en las empresas, ya sea cuando ayudan a financiar su etapa inicial de crecimiento en los mercados privados o cuando se involucran de manera proactiva con empresas que cotizan en bolsa.
Si bien la mayoría de las compañías de gran capitalización tienen equipos internos que analizan temas ambientales y de sostenibilidad, hay muchas opciones disponibles con las que los inversionistas pueden tener un impacto significativo, especialmente con empresas de pequeña y mediana capitalización y en los mercados emergentes, Dijo Gifford.
“Si usted sale de empresas que enfrentan riesgos climáticos, ya no es posible trabajar con ellas”, dijo Gifford. “Muchos inversionistas quieren mantenerse diversificados, por lo que seguirán invirtiendo en algunos sectores que enfrentan riesgos climáticos y ayudarán a impulsar la transición a través del compromiso”.