MDN
riesgos políticos

El 2020 es un punto de inflexión. El mundo ha experimentado crecientes niveles de riesgo geopolítico durante casi una década, pero sin una verdadera crisis internacional. Fuera de la geopolítica, las tendencias mundiales han sido muy favorables. Eso ahora está cambiando.

La globalización es clave. La característica más importante del panorama de la posguerra (personas, ideas, bienes y capital que se mueven cada vez más rápido a través de las fronteras del planeta) ha creado riqueza y oportunidad extraordinarias.

Aumentó la igualdad global (incluso cuando creó más desigualdad en muchos países), redujo la pobreza, prolongó la esperanza de vida y apoyó la paz y la prosperidad.

Pero con China y Estados Unidos desacoplados entre sí en tecnología, una parte crítica de la economía del siglo XXI se está fragmentando en dos. Los países de todo el mundo desarrollado se han polarizado más, aumentando el poder del tribalismo.

Si a eso se suma la reducción de las cadenas de suministro con cambios en política, economía y la tecnología de bienes y servicios manufacturados, entonces de repente la globalización tiene doble personalidad.

Luego están las tendencias económicas y geopolíticas. Ambas están cuesta abajo. La economía global, después de salir de la gran recesión del 2008 con la expansión más larga del período de posguerra, ahora se está debilitando. Más economistas esperan una recesión en el 2020 o 2021.

Y el mundo ahora está entrando en una recesión geopolítica cada vez más profunda, con una falta de liderazgo global como resultado del unilateralismo estadounidense, una erosión de las alianzas lideradas por Estados Unidos, una Rusia en declive que quiere socavar la estabilidad y la cohesión de Estados Unidos y sus países aliados y una China cada vez más empoderada bajo un liderazgo consolidado que está construyendo una alternativa competitiva en el escenario global.

Por último, el cambio climático está comenzando a restringir el crecimiento económico y a tener importancia en el escenario político mundial como nunca antes. Eso solo aumentará con el tiempo (a diferencia de las tendencias económicas y geopolíticas cíclicas, que tarde o temprano se volverán más favorables). En el 2020, tenemos una combinación de líneas de tendencia negativas que no hemos experimentado en generaciones.

Este entorno deteriorado es mucho más probable que produzca una crisis global. Los recursos disponibles para los gobiernos y el sector privado hacen que responder sea más fácil que en el pasado. Pero la escala de los desafíos es mayor, y la recesión geopolítica socava la cooperación global.

Por todas estas razones, el 2020 parece realmente preocupante.

TAGS RELACIONADOS