A dos años de oficializarse cambios al Reglamento de la leche, más de 2,000 ganaderos de 15 asociaciones lecheras de la cuenca del Norte Chico (en Perú) protestan contra la empresa Gloria y el Gobierno porque consideran que se incumple la norma. Según señalan, una resolución directoral de Qali Warma es la razón.
En concreto, los ganaderos señalan que Gloria, que según Indecopi acopia el 72% del producto para la industria, les pondría “topes” a los litros producidos adquiridos diariamente para la elaboración de leche evaporada, el principal producto lácteo consumido en Perú, por tener su stock lleno.
Lo anterior sería incongruente con lo que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), a través de Qali Warma, determinó en junio: no había suficiente leche fresca en el mercado nacional para atender al programa social.
Este, como advirtió Gestión en febrero, es un capítulo más de una disputa láctea en base a un reglamento para la leche que recién verá sus efectos finales al cierre del 2023, según confirmó en su momento el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a este diario. El ministerio, de paso, confirma a este diario el establecimiento de topes, pero apunta a otro actor de la industria: Nestlé.
Gestión conversó con los actores de la industria para conocer sus posiciones.
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Génesis
En 2022, como parte de su “cruzada ganadera”, el Gobierno de Pedro Castillo oficializó a través del Midagri un cambio crucial para el Reglamento de la Leche: para elaborar leche evaporada solo se podría usar leche fresca, producida por los ganaderos nacionales, descartando a la leche en polvo en este caso, producto importado por la industria para ello hasta entonces.
Lo anterior incluía a los programas sociales, quienes debían adquirir la leche evaporada. En junio de este año, Qali Warma dio un revés a la exigencia de la directriz lechera, mediante una resolución directoral.
Aludiendo una presunta escasez de leche fresca, el programa social elaboró una norma técnica para atender a escolares con leche reconstituida. “Las materias primas utilizadas para su elaboración son: leche y leches en polvo y/o nata (crema) y/o natas (cremas) en polvo y/o productos a base de grasa de leche”, se lee en el documento.
“Nuestro compromiso con la atención de poblaciones vulnerables nos ha llevado a priorizar este escaso insumo para la distribución hacia programas sociales”, afirma Gloria a Gestión mediante su área de prensa.
Sin embargo, desde inicios de este mes, de acuerdo con los ganaderos de la cuenca del Norte Chico, la industria les habría puesto topes porque dicen que sus almacenes están repletos.
“Hace dos meses decían que no había leche fresca y ahora sobra. No se entiende por qué, si quieren atender a esos niños, descartan nuestra leche”, cuestiona Nivia Vargas, representante de los ganaderos norteños y expresidenta de la Asociación de Ganaderos del Perú (Agalep).
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Cuestión de precios
Consultados por este hecho, el Midagri confirmó la queja ganadera, aunque apuntando a solo un acopiador industrial. “Verificamos en la provincia de Huaura que esta semana se ha restringido la compra de leche fresca por parte de Nestlé, mediante topes de entrega a sus proveedores, dejando de acopiar cerca de 10 mil litros diarios de leche”, señalan a Gestión.
En respuesta a este diario, Nestlé descarta la acusación. “Continuamos comprando a los ganaderos de la zona del Norte Chico el volumen de leche promedio que venimos manejando durante todo el año, que responde a nuestra capacidad productiva y planes de negocio. No tenemos la capacidad para absorber un adicional de leche fresca fuera de esta necesidad”, señalaron desde su área de prensa.
Aún así, el Midagri agrega que en la zona estudiada la cantidad de productores lecheros ya cayó 25% respecto al 2022. Además, en línea con los ganaderos, indicó que la industria sigue prefiriendo importar leche en polvo antes que comprar leche nacional.
“Están dispuestas a pagar un mayor precio por la leche en polvo importada antes que la cruda nacional”, afirman. Producir leche en Perú cuesta S/ 1.80 por litro. Sin embargo, a un gran productor, la industria paga S/ 1.60, dice la cartera.
“Sin embargo, en el caso de las empresas medianas y pequeñas de la industria láctea, los niveles pagados por la leche cruda son mayores a los de la gran industria como Gloria. Solo en el presente año, hay empresas que han reportado pagar hasta S/ 2.20 por litro”, agregan.
Gloria defiende esta política industrial recordando el convulsionado inicio de año, donde además de las protestas sociales, atentaron contra su planta en Arequipa. “Perú es un país deficitario de leche en volumen de producción, y que presenta distintos estándares de calidad. Así, el uso de leche en polvo se hace necesario para incrementar su valor nutricional”, detallan.
“Este impacto ha limitado la productividad y, aunque en algunos casos ya se recuperó la producción de los establos, muchos continúan en proceso de alcanzar los niveles de producción regulares, un proceso que no es inmediato, ya que se debe esperar la siguiente lactancia de la vaca para normalizar su producción lechera”, argumentan.
Sobre los precios, la empresa señala que impulsan “el desarrollo de sus proveedores ganaderos lecheros de las tres cuencas lecheras donde operan”. De hecho, dicen que desde el año 2021, han aumentado en promedio un 30% el precio pagado al ganadero por litro de leche fresca.
Según Vargas, Gloria ha reducido la venta de su tarro morado (aquel que lanzaron para cumplir con el nuevo reglamento lechero). Si bien la empresa lo descarta, el Midagri ya le puso el ojo al asunto.
“Observamos que no existe difusión ni publicidad de la leche evaporada en los medios de comunicación por parte de las grandes empresas industriales para mejorar su consumo, incidiendo su publicidad en la leche reconstituida (tarro azul)”, dicen a Gestión.
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Nueva discrepancia
Este nuevo roce entre ganaderos e industria es un capítulo conflictivo más por un cambio normativo que buscaba favorecer al primer grupo.
El Reglamento de la Leche existe desde 2017. En 2022, cuando el Gobierno de Castillo lo modificó en favor de los ganaderos, las alarmas de la industria apuntaron al ministro de entonces: Oscar Zea.
Zea, actual congresista, es también un conocido ganadero por su pasado en Inka Genetics, firma puneña de productos para reproducción ganadera. Además, fue presidente de una asociación de productores de razas vacunas.
Hoy, Gloria reitera que la norma es ineficaz. “Nos mantenemos firmes en nuestra posición: la propuesta responde a intereses particulares, afecta a los pequeños y medianos ganaderos, quienes ya ven impactados sus negocios debido a promesas incumplidas”, manifiestan.
De momento, por los recientes topes, Vargas asegura que ya 500 productores lecheros han quebrado en la cuenca del Norte Chico.
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Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.