Christian Lengua
Los bancos peruanos podrían tener competencia próximamente, según anunció el saliente presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, en su discurso ante el Congreso de la República. Mencionó la necesidad de perfeccionar la Ley de Sistemas de Pagos para que el principio de libre competencia pueda ser parte de la legislación, regulación y supervisión.
En esa línea, Cateriano mencionó la posibilidad de que bancos de los demás países de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y México) puedan llegar a competir con los bancos locales. Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, indicó que una mayor competencia de proveedores, de cualquier bien, siempre es beneficiosa para el cliente.
“Hoy en el Perú tenemos 16 bancos, 9 financieras, 12 cajas municipales, 7 cajas rurales y 9 Edpymes. Estamos hablando de 53 instituciones financieras tradicionales, además de cooperativas que son como 400. Entonces, de alguna manera la competencia dinamiza el mercado y siempre va a ser buena”, comentó Carrillo.
Conceptualmente está bien. Al haber mayores ofertas, probablemente los bancos actuales busquen más eficiencia y puedan reducir las tasas de interés que cobran por los créditos o pagar más tasas de interés por los depósitos.
Sin embargo, el economista enumeró las razones por lo que puede no ser tan sencillo: primero, porque necesitas una fuerte inversión, un capital mínimo considerable de alrededor de S/ 30 millones; segundo es que se necesita tener una espalda que te soporte uno o dos años de servicios.
En este caso, pone el ejemplo de Bank of China que ingresó al Perú en julio pasado tras varios meses de tramitar licencias. La SBS puede demorar uno o hasta dos años para otorgar las licencias. Y no todos los bancos tienen la espalda para aguantar dos años de solo gastos.
Lo tercero que necesita un inversionista, especialmente el de la banca, es estabilidad jurídica, que no le cambien las reglas de juego. “El sistema financiero mundial está cuestionándose si en Perú se van a respetar los contratos y reglas de juego establecidos, porque ahora el Congreso quiere controlar tasas, obligar a reprogramaciones, congelar deudas. Y eso desmotiva la inversión extranjera”.
Carlos Adrianzén, decano de la facultad de Economía de la UPC, afirmó que no existe ningún impedimento para que bancos de cualquier lugar del mundo ingresen a competir al mercado peruano, pero tienen que cumplir las reglas. Fundamentalmente, que sean bancos que tengan un apalancamiento coincidente con el Concordato de Basilea.
El problema para Adrianzén es que cuando dicen que quieren aumentar la competencia, es que en realidad quieren permitir el ingreso de instituciones menos capitalizadas. “La mejor manera de generar una crisis macroeconómica, más o menos como la actual, es relajar estándares de suficiencia patrimonial, porque aparecen bancos pillos que no tienen capital y arriesgan dinero de otros”.
Añadió que según lo que viene investigando en los últimos 40 años, la evidencia empírica es clarísima: la rentabilidad y eficiencia de los bancos en el Perú obedecen principalmente a la evolución macroeconómica. Si hay un año malo, es malo para los bancos, y si hay un año bueno, es bueno para los bancos, de todos los tamaños.
“Es increíble que el saliente primer ministro crea que relajar los estándares signifique aumentar la competencia. El efecto de relajar los estándares sería nocivo para el país, y tarde o temprano precipitaría una crisis bancaria”, enfatizó el decano de la UPC.
Para Adrianzén, una economía inestable políticamente, que está en una megarecesión como el Perú, solamente atraería instituciones tibias. Sostuvo que sistemas bancarios como el chileno o colombianos tienen estándares de suficiencia patrimoniales similares al nuestro, pero no llegan por lo poco atractiva que es la plaza peruana.
“Y si siendo poco atractivos, bajamos los estándares de suficiencia patrimonial, lo único que hacemos es dañar la economía, porque peor que las crisis macroeconómicas, son los cracks bancarios. Mucho ojo con eso. Estamos hablando en serio de la salud macroeconómica del país”, señaló.
En el año 2010 se creó el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) para crear una integración bursátil entre Chile, México, Colombia y Perú. ¿Sería este un buen espejo para abrir la competencia en el sistema financiero como propone el Ejecutivo?
Carrillo Acosta explica que en el MILA se tuvo que hacer todo un proceso para que las reglas de juego se mantengan en las cuatro bolsas. Mientras que en esta propuesta del gobierno implica todo un despliegue físico.
“Por ejemplo, si quiero ahorrar en Bancolombia, que ya se fue del Perú, tendría que haber una oficina aquí, hay que desplegar operaciones, manejar diferentes monedas y ver cómo se implementa, no es tan fácil como un tema de bolsa”, agregó.
El docente de la UP subrayó que una alternativa para que los bancos mejoren sus ofertas es reducir la informalidad. Más que un tema de competencia, tiene que ver con un tema de perfil. En la medida que se mejore la formalización y la bancarización, va a mejorar la demanda por el sistema financiero. Si la torta se agranda, más empresas querrán entrar al Perú, dijo.