La telemedicina ha surgido como una alternativa para las miles de personas que no pueden ir a hospitales por la pandemia de COVID-19. (Foto: AFP)
La telemedicina ha surgido como una alternativa para las miles de personas que no pueden ir a hospitales por la pandemia de COVID-19. (Foto: AFP)

La telemedicina ha surgido como una alternativa para miles de personas que desean hacer consultas sobre temas de salud en medio de la pandemia de COVID-19, que ha causado hospitales de todo el mundo no se den abasto o colapsen dejando de atender a pacientes.

No obstante, los datos sanitarios personales entregados para poder ser atendidos por los expertos en salud podrían estar expuestos a robos o ciberataques que pueden terminar convertidos en fraudes.

“Todo dato, sin importar su origen, debe ser cuidado y tratado con la privacidad que se merece. Sin embargo, la información médica es delicada ya que un simple registro puede almacenar infinitos datos como el DNI de la persona, información del plan de salud, identidad del usuario y del proveedor, entre otros. Es por esto que extremar los cuidados, incluso dentro del área laboral médica, hoy supone una gran importancia para poder controlar este tipo de malos actos”, advirtió Marcelo Sukni, gerente general de SAS Perú.

Según explica SAS Perú -empresa especializada en analítica y gestión de datos- los registros médicos tienen larga duración que persiste en el tiempo y dificulta en gran parte su recuperación tras un ciberataque, a diferencia de los datos bancarios, que tienen una vida útil corta y se pueden restablecer los servicios rápidamente tras una estafa.

La entidades médicas o farmacias almacenan un sinfín de datos de sus pacientes, entre ellos diagnósticos, tratamientos, análisis, etc.

“Estamos hablando de una información altamente sensible y delicada. No estamos hablando de un ataque en el que se afecte la economía, sino de la vida de muchas personas. Por esto es imperativo que las instituciones de salud tomen cartas en el asunto y protejan todas sus redes y sistemas”, agregó Sukni.

El ejecutivo explicó que un solo registro médico se puede vender por 50 veces más que una tarjeta de crédito en la web oscura.

“Aprender a controlar el acceso a este tipo de información es clave para no ser atacados”, precisó.

Desde SAS se propone un plan de automatización para analizar constantemente la información y combatir el fraude de manera rápida.

“Gracias a la tecnología, y en especial a la analítica, es posible detectar fraudes a través de algoritmos al momento que se ejecutan. Así se puede prevenir o incluso frustrar un ataque. Cada día los ciberatacantes desarrollarán nuevas formas de robar información de los usuarios, por lo que es necesario buscar métodos para prevenirlos y controlarlos”, concluyó Sukni.