Es posible que las reuniones navideñas de este año no sean tan grandes por las restricciones de movilidad que impone la pandemia, sin embargo, según proyecta Amanda Gallegos, gerenta general de Incasur, en las mesas peruanas no faltará el tradicional chocolate caliente acompañando la cena de Nochebuena.
“La mayoría de personas estamos confinadas en casa con nuestro núcleo familiar”, comenta. La gerenta de Incasur agrega que la cena navideña será una oportunidad para reforzar los lazos y podría tener un significado de unión aún mayor que años anteriores.
Gallegos estima que, por ello, la demanda de chocolate para taza Sol del Cusco no se verá afectada e incluso tendrá un incremento de 5% en comparación a las ventas de la campaña navideña del 2019.
“Somos optimistas y ya estamos entregando mercadería a los diversos canales de venta a nivel nacional”, indica Gallegos. Incluso señala que los pedidos de algunos mercados extranjeros también han repuntado. Por ejemplo, las exportaciones de chocolate Sol del Cusco para Chile han crecido hasta un 300%.
La venta de chocolate para taza representa hasta el 50% de la facturación anual de Incasur.
Nuevos hábitos
Gallegos indica que en los últimos tiempos los hábitos de consumo de chocolate para taza han cambiado. “Hace pocos años la categoría tenía picos de venta en Fiestas Patrias y Navidad, pero ahora los compradores lo incluyen en su canasta básica para consumo general”, indica.
En las regiones de Arequipa, Puno, Moquegua, Tacna y Cusco, señala la gerenta general de Incasur, se consume chocolate para taza hasta tres veces por semana, sobre todo en los meses más fríos. “Los domingos no se concibe un desayuno familiar sin chocolate intenso”, detalla.
De otro lado, en Lima, durante los últimos dos años, se ha empezado a consumir este producto ya no solo en las fiestas de julio y diciembre, sino de manera más homogénea a lo largo del año. Pero a diferencia de lo observado en las regiones del sur, en la capital se opta por tabletas con menor concentración de derivados de cacao.
El tipo de consumo ha cambiado sobre todo en el último lustro. Hace cinco años, comenta Gallegos, el 70% de la producción anual de chocolate para taza se colocaba durante la campaña navideña. Ahora esa proporción ha caído al 55%.
Productos saludables
La pandemia ha impulsado la demanda de productos saludables y esto ha incrementado las ventas de diversos productos del portafolio de Incasur.
Así, las ventas de bebidas instantáneas como Kiwigen u otras elaboradas con quinua, maca o habas han repuntado, al igual que la línea de acérales y molinera de la empresa. En consecuencia, Gallegos calcula que el 2020 cerrará con un incremento de facturación anual de 10%.