Hace más de un año se levantaron las restricciones de pandemia del COVID en el país, permitiendo que muchas empresas se esfuercen por recuperar el nivel de sus ventas. Sin embargo, al contexto de recuperación se ha sumado la convulsión social. Hay quienes no han logrado recuperar sus ventas, con deudas en el banco, ven la refinanciación como la única alternativa. ¿Es su única opción?
La refinanciación es una opción que da la entidad financiera luego que se le haya vencido sus cuotas de su deuda y busca acceder a un cambio estructural en su préstamo.
Si bien no es el camino ideal, es mejor tomarlo a dejar que por incumplir con su pago se le coloque como un mal pagador.
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Refinanciación vs. reprogramación
El profesor del Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, señala a Gestion.pe que la reprogramación puede ayudar más al bolsillo del empresario.
La reprogramación es la figura donde el pagador no espera fallar en una cuota, sino que acude al banco antes para buscar una renovación de contrato de préstamo.
“La entidad te puede dar un pequeño periodo de gracia, te estira las cuotas y no se requiere un cambio estructural en el préstamo”, comentó.
Otro punto importante es que en la reprogramación no te convertirás en un mal pagador.
Según el experto en finanzas, mientras que si la persona recurre a la figura de refinanciación, “como mínimo dos trimestres saldrás en tu reporte de deuda como un mal pagador; hasta que demuestres que eres buen pagador y salgas de esta categoría”.
Por su parte, Mario Guerrero, economista principal del departamento de estudios económicos de Scotiabank Perú, sostiene que la refinanciación implica revisar las condiciones del crédito que se tenía y se busca un nuevo acuerdo, sea modificando la tasa de interés, las fechas de pago o los términos en que se realizó esta operación.
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¿Otras figuras financieras para la compra de deuda?
Mientras la persona o empresa se mantenga como buen pagador, puede recurrir a una compra de deuda. “Lo bueno es que se tienen más opciones, tal como elegir la tasa, el plazo y las condiciones según la conveniencia”, añade Carrillo Acosta.
En esa misma línea, Guerrero señala que la compra de deuda puede ser mucho más factible para alguien que reconoce que no puede pagar un crédito. “En la práctica puede ser una operación de refinanciación con un nuevo crédito y que sirve para alguien que tiene una deuda cara con altos intereses”.
Ayuda a empresas desde el Estado
El economista principal de estudios económicos de Scotiabank Perú dejó en claro que los programas de reactivación del gobierno peruano han ayudado a una gran cantidad de empresas.
“Se dio una serie de facilidades dentro del programa ‘Reactiva’ para la reprogramación de deudas en 2020 al 2022. Al principio no vimos que haya visto tanta acogida, porque la recuperación de la economía postpandemia no fue uniforme, algunos sectores salieron a flote más rápido que otros”, sostuvo.
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Asimismo, detalló que ante el impacto negativo de las protestas sociales a fines del 2022, tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, se amplió la reprogramaciones de créditos por seis meses, por lo que una empresa se puede acoger a esta figura hasta junio del 2023.
“Fue clave para evitar el rompimiento de la cadena de pagos. El número de empresas que se pueden ver en datos del INEI que están en baja o restructuraciones o quiebre, disminuyó significativamente con respecto al año pasado”, concluyó.