
La inversión en infraestructura está cobrando un fuerte impulso entre las family offices, por su alineamiento con el crecimiento secular a largo plazo, resiliencia percibida y la mitigación de la inflación.
Así, el 75% de los gestores de patrimonio de familias ricas se muestra optimista sobre las perspectivas de los activos vinculados con infraestructura, reveló la Encuesta Global de Family Offices 2025 de BlackRock aplicada a 175 gestoras de patrimonio a nivel global, incluido Perú.
Dicho entusiasmo se ve reflejado en sus planes de asignación de activos. Tres de cada diez (30%) encuestados planean aumentar su participación en el sector infraestructura hacia el 2026, refiere el informe.
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“Valoran la capacidad de la infraestructura para generar flujos de efectivo estables, su alineación con el crecimiento secular a largo plazo -como la transición energética y la conectividad digital- y su resiliencia percibida”, detalla.
Además, puntualiza que la incertidumbre geopolítica se ha convertido en la principal preocupación para los family offices a nivel mundial (84% de los encuestados), factor que está influyendo de manera significativa en dichas decisiones de asignación de capital.
“Por primera vez desde el lanzamiento de la encuesta en 2020, el sentimiento general se ha vuelto negativo, impulsado por el aumento de preocupaciones en torno a las disrupciones comerciales y la creciente fragmentación geopolítica”, acota.

Estrategia
Según BlackRock, las family offices se inclinan por estrategias más activas y tácticas, en lugar de centrarse exclusivamente en infraestructura básica.
“Algunos inversionistas perciben una alta concentración de capital institucional, lo que ha provocado una reducción de la valoración, de los diferenciales y un potencial de crecimiento más moderado”, explica.
Hacia adelante, sostiene, tanto las estrategias oportunistas -combinación de mayor potencial de rentabilidad, relevancia temática y flexibilidad- como las de valor añadido -sobre todo, en los mercados desarrollados, donde gran parte de la infraestructura está llegando al final de su ciclo de vida- están preparadas para recibir mayores entradas de capital que las estrategias principales.
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Deuda privada
La deuda privada también se ha convertido en una asignación clave en las carteras de muchas family offices, debido a la combinación de liquidez, flexibilidad y rendimiento que permiten afrontar cambios en la distribución de capital.
En las carteras de algunos encuestados, el crédito privado ha aumentado entre un 15% y un 30% del total de activos bajo gestión, menciona BlackRock.
Argumenta que los instrumentos bajo administración están atrayendo capital nuevo y recursos previamente destinados a deuda pública, capital privado y capital de riesgo.
“El sentimiento entre las family offices es alcista: más de la mitad de los encuestados (51%) se sienten positivos sobre las perspectivas de estos activos, frente a solo el 21% que tiene una perspectiva levemente negativa”, indica el reporte.
Asimismo, enfatiza que casi un tercio (32%) de los encuestados planea aumentar sus asignaciones a deuda privada en los próximos 12 meses, la cifra más alta para cualquier clase de activo alternativo en la encuesta.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.