Guillermo Westreicher H.gwestreicher@diariogestion.com.pe

La próxima vez que pase por un peaje, lea la boleta o factura. Probablemente, lo recaudado sea parte de un patrimonio fideicometido ¿Qué significa?

Paulo Comitre, gerente general de La Fiduciaria, explicó que el fideicomiso es una figura jurídica, en la que el fideicomitente (persona o empresa) transfiere un bien de su propiedad a un fiduciario (entidad que administrará el activo), a fin de beneficiar a un fideicomisario. Estos contratos son utilizados principalmente por las empresas, pero también por personas naturales. Mejor veamos algunos ejemplos:

1. Fideicomisos de garantía: El deudor transfiere en fideicomiso su fábrica o su casa a modo de garantía. Cuando cumpla con pagar todo el préstamo, el bien volverá a su esfera patrimonial. Caso contrario, el acreedor solicitará al administrador (fiduciario) que ejecute la garantía para recuperar su dinero.

2. Fideicomiso para resguardar un bien con varios propietarios: Por ejemplo, dos personas compran una propiedad para desarrollar un negocio en el futuro. Si se deja como copropiedad, se corre el riesgo que algún acreedor de cualquiera de los dueños pueda embargar el terreno. Pero si ambos disponen el bien a modo de fideicomiso eso no sucederá.

3. Otro caso es cuando dos personas compran la participación en una compañía, acumulando más del 50% de las acciones. Si alguno de los dos cambia de opinión, el otro perdería mucho dinero porque ya no tendría el control de la empresa y su porción accionaria no tendría el mismo valor.

Ambas personas pueden decidir entonces transferir sus acciones a un fideicomiso que se rija bajo ciertas reglas. Lo más importante en ese caso es que ninguno pueda vender su participación independientemente del otro. Así, las acciones mantienen un valor alto porque quien las compre será dueño mayoritario de la compañía.

A tener en cuentaComitre recomendó buscar un administrador (que debe ser autorizado por la SBS) con experiencia en el producto elegido. "El fiduciario hará todo lo establecido en el contrato, y no puede hacer lo que esté fuera del él. Por lo tanto, si hay un vacío en las funciones del fiduciario, puede terminar siendo un dolor de cabeza", advirtió.

Además, puso énfasis en que el fideicomiso no solo funciona como aislador de riesgo, al crear un patrimonio autónomo, sino como una herramienta accesoria a los créditos. "Si la tasa está asociada al riesgo, a menor riesgo menor tasa. Es decir, podré obtener un préstamo más barato si mi patrimonio está en un fideicomiso", afirmó.

Además, este tipo de contratos es muy conveniente para el fideicomisario, pues le brinda la posibilidad de realizar una ejecución extrajudicial de la garantía. "El proceso es mucho más veloz y los valores de recuperación son mayores en comparación a un remate judicial", aseguró Comitre.

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