La crisis a raíz del Covid-19 ha traído el cese de actividades y, con ello, un menor tránsito vehicular, lo cual irá estabilizándose en los siguientes meses. Ante ello, mercados como el de seguros vehiculares también verán sus operaciones afectadas, por lo que se deben adaptar a las nuevas circunstancias y tendencias del consumidor.
Según Rodolfo García, gerente general de Quálitas, una de las tendencias en el sector seguros es la de personalización, en la cual habría un trato directo con el cliente para analizar el nuevo riesgo y, en base a ello, imponer las nuevas condiciones en el contrato de seguro, siendo estos más económicos.
Estas condiciones, señaló García, son distintas entre la persona natural y las empresas. En cuanto a la persona natural, dado que la frecuencia de tránsito ha disminuido, el riesgo también y, por ello, se considera que el pago de seguro se debe ver afectado.
“El consumidor de seguros demanda una solución rápida, la cual se traduce en condiciones que le generen un ahorro en los productos que tienen o poder elegir una opción mejor en cuanto a precios”, indicó.
Ante ello, en el caso de Quálitas, se ha procedido a devolver el 75% de la cuota de riesgo correspondiente al mes de abril (debido al menor riesgo por menor tránsito vehicular), mientras que el 25% restante salvaguarda los riesgos de estadía (por ejemplo, robos de autopartes) o por catástrofe.
Asimismo, se ha creado un nuevo producto, el cual es más económico, pero con una mayor participación del riesgo atribuida al cliente en caso de, por ejemplo, un accidente vehicular (el cliente estaría dispuesto a asumir más riesgo si sabe que no se expondrá tanto), señaló García.
“Estamos en una situación con clientes deprimidos económicamente, posiblemente en suspensión laboral y con necesidad de ahorrar. Por ello, el seguro que ofrecemos es más económico y con cobertura completa, pues el riesgo no ha dejado de existir”, indicó.
Las empresas, por su parte, tienen un riesgo más diferenciado, pues hay actividades que hoy continúan con normalidad y otras que serán paulatinamente reactivadas. Es decir, habrán vehículos paralizados por completo en algunas compañías y otros circulando incluso mucho más que antes, comentó el representante de Quálitas.
Es así que, dada la distinción por operación, García dijo que la interacción con el cliente es clave, pues así se puede ofrecer “trajes a la medida”. Es decir, no agrupar a los vehículos en un mismo tipo de seguro, sino analizar cada riesgo y ofrecer las coberturas y precios idóneos.
“Estamos tratando de acomodarnos a la nueva coyuntura a través de una atención personalizada que explique al cliente sobre su nuevo riesgo. Se espera que se mantenga la cadena productiva sin descuidar su patrimonio vehicular", afirmó.
¿Por qué la gente no toma un seguro vehicular?
Según García, en base al reciente estudio sobre seguro de autos realizado por Impronta Research e Impulso para el caso peruano, existen motivos esperados por los que no se toma un seguro, en los que se encuentran los precios, el ajuste a las necesidades del cliente o la confianza en las aseguradoras.
En el mercado peruano, comentó el representante de Quálitas, alrededor de la mitad de autos nuevos no están asegurados, lo que es distinto a muchos de los países de Latinoamérica. Esto se explica por los motivos anteriores.
Asimismo, dado que el parque automotriz en el Perú es antiguo, el hecho de que las personas expresen que no aseguren su auto por su antigüedad es paradójico (pues con mayor razón debería estar asegurado) y es un punto a resolver por las aseguradoras.
En el estudio se incorpora la separación por edad, sexo, y condición socioeconómica, en donde se muestra que el precio es una de las barreras para tomar el seguro, en especial, para hombres mayores de 45 años y pertenecientes al NSE C.
En el mismo sentido, el que la póliza no se ajuste a sus necesidades representa un inconveniente para los jóvenes entre 25 y 35 años.
¿Qué solicitan las personas en un seguro?
En el mismo estudio, se muestran los atributos que solicitan los clientes en un seguro vehicular, entre los que, señaló García, resaltan tres en particular, que se garantice la suma asegurada, que sea económico y que se pueda acudir al taller de confianza.
La garantía de la suma asegurada se refiere a que el cliente desea que se mantenga la suma por la que se aseguró su vehículo a pesar de que este valga menos con el pasar de los años; es decir, que se mantenga el monto de la póliza a lo largo del contrato.
Por otro lado, el estudio también muestra que son las mujeres las que exigen más el poder acudir a su taller de confianza; es decir, prefieren que no se les mande a un taller al que no hayan ido anteriormente.