El costo del crédito sigue aumentando en el sistema financiero, en particular para los de plazos más cortos.
Al 12 de enero, la tasa de interés en soles para préstamos de hasta 360 días subió a 9.44% desde 9% al cierre del 2021, según datos del BCR. Esa tasa, que viene elevándose desde el último trimestre del año pasado, corresponde a un promedio que abarca los distintos tipos de créditos a empresas y de consumo con plazos de hasta 360 días.
Así, según datos de la SBS, para el financiamiento bancario en soles a plazos de entre 180 y 360 días, la tasa de interés promedio para las grandes empresas pasó de 2.32% en setiembre a 4.68% en diciembre, y luego a 5.54% al 14 de enero último.
Asimismo, la tasa promedio en soles de las tarjetas de crédito se ubica a la fecha en 52.24%, nivel mayor que en setiembre (50.64%) y diciembre del 2021 (52.01%).
Los más numerosos
Los créditos de hasta un año son justamente los más numerosos y en los que ahora las entidades financieras están concentrando su oferta, tanto para personas como para empresas, señalaron ejecutivos del sector financiero.
Walter Rojas, gerente central de Negocios de Caja Cusco, sostuvo que el alza de las tasas de interés de los créditos se explica por los aumentos de la tasa referencial del BCR (hoy en 3%), así como por las mayores tasas de encaje.
Tales medidas han incrementado el costo de fondeo de las entidades financieras, que se traslada en mayor o menor medida a las tasas de interés que cobran a sus clientes, dijo.
El impacto de la política monetaria del BCR se está reflejando en alzas de las tasas de interés de todos los tipos de préstamos, pero la transmisión es más rápida en los de corto plazo, señaló a Gestión Mario Guerrero, subgerente de Estudios Económicos de Scotiabank.
Riesgo país
“Principalmente se traslada a las empresas más que a las personas; y por tipo de empresas hay mayor incidencia en las corporativas y grandes compañías, y también para los préstamos de más corto plazo”, afirmó Guerrero.
Asimismo, el riesgo país repuntó en los últimos meses, lo que también encarece las líneas de crédito del extranjero, manifestó Rojas.
Refirió que otro componente del costo del crédito es la prima de riesgo.
Al existir aún un entorno de incertidumbre, pues no todas las empresas han recuperado sus niveles de ventas, ni las personas, sus ingresos prepandemia, algunos clientes representan un mayor riesgo de impago, añadió Rojas.
Tarjetas
Es el caso de las tarjetas de crédito, las tasas de interés han subido por el mayor riesgo, expresó Wilder Dongo, gerente central de Negocios de Caja Arequipa.
Pero también dichos ajustes buscan compensar las pérdidas de ingresos que registran los bancos por medidas regulatorias que han prohibido el cobro de penalidades por moras y otras comisiones, acotó.
Escenarios
Rojas y Dongo indicaron que las cajas municipales están tratando de atenuar el impacto del alza de las tasas de interés con mejoras de eficiencia.
“La mayoría de préstamos que estamos viendo son de corto plazo”, enfatizó Guerrero.
En tal sentido, Dongo reveló que hoy el 75% de los créditos a las microempresas se otorgan plazos menores a un año y se destinan a capital de trabajo.
Por su parte, Rojas indicó que en los préstamos de consumo hay preferencia por otorgarlos a 12 meses, frente a eventuales escenarios adversos en el mercado laboral.
Suben montos de créditos para capital de trabajo
La demanda de créditos de las empresas está muy vinculada a capital de trabajo, factoring y reposición de inventarios, refirió Mario Guerrero, subgerente de Estudios Económicos de Scotiabank. Destacó que los volúmenes de los préstamos solicitados se han incrementado porque los precios de los insumos importados también han subido. “Entonces, hay más demanda de financiamiento para comprar lo mismo”, refirió.
A su vez, los préstamos de consumo se vienen recuperando en los últimos meses. “Antes, la variación del saldo de los préstamos de consumo estaba afectada por los prepagos que hacían las personas cuando tenían esa disponibilidad de sus fondos de AFP y CTS”, explicó. Ahora, en cambio, como ya terminó la disponibilidad de esos recursos el saldo de los créditos de consumo debería reflejar la nueva dinámica de este tipo de financiamiento, añadió. Además, estimó que este año se mantendría el ritmo de las hipotecas. A ello ayudaría la caída del dólar, dijo.