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Los saldos de Reactiva Perú continúan disminuyendo dentro del total de créditos colocados por el sistema financiero. Sin embargo, un porcentaje no podrá ser honrado.
Según estima la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), el programa de garantías del Gobierno registraría una pérdida esperada del 13% del total asignado (S/ 60,000 millones), es decir, cerca de S/ 7,800 millones (a ser asumida por el Tesoro).
“Lo que queda es marginal si tomamos en cuenta el impacto que tuvo Reactiva, incluso si no se paga no movería el 13% previsto, cifra que además está en línea con la pérdida proyectada inicialmente”, sostuvo Patricia Salas, superintendente adjunta de banca y microfinanzas (a.i) de la SBS.
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En tanto, Manuel Luy, superintendente adjunto de Estudios Económicos, comentó que la morosidad en estos créditos no es elevada, a diferencia del sistema financiero. “La mora general no fue alta, aunque al ver los saldos que van quedando, que tuvieron múltiples reprogramaciones, esa pequeña porción reporta deterioros superiores al promedio”, explicó.
Asimismo, el especialista afirmó que, al haber muy pocos remanentes, el programa debería desaparecer en los próximos trimestres.
Reactiva fue creado para evitar un rompimiento en la cadena de pagos, pero ya no se tienen planeadas nuevas reprogramaciones generales, dijo. Esto no prohíbe que las entidades financieras puedan seguir reprogramando préstamos para optimizar la viabilidad de pago de sus clientes, acotó.
¿Qué sucedería en el sistema financiero ante una crisis severa?
La SBS realizó un ejercicio de estrés a fin de identificar si el sistema financiero en su conjunto y las empresas, en particular, son resilientes ante shocks de liquidez.
Esta prueba arrojó que, en un escenario severamente adverso, podría ocurrir una salida equivalente al 24% de los depósitos del sistema.
“Hablamos de un ejercicio hipotético en un escenario de cola, que nos permite ver si tenemos entidades resilientes”, dijo María Esther Sanchez, superintendenta adjunta de riesgos de la SBS.
Asimismo, detalló que en este contexto de estrés las empresas pueden llegar a utilizar el 20% de su línea corporativa con el objetivo de estar más líquidas.
Mientras que las personas usarían hasta el 8% de sus líneas de financiamiento en épocas de crisis, lo que para el banco es una salida de efectivo, comentó.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.
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