Cada vez hay mayor interés de los peruanos por invertir en las fintech de crédito, más aún si su dinero está protegido por una garantía, que puede ser un inmueble del prestatario, señaló Laure Schlesinger, cofundadora del Grupo Prestamype.
Así, el monto promedio de inversión en las fintech que canalizan el dinero hacia una mype subió a S/ 90,000 en el 2021, tras haber sido de S/ 81,000 en el 2020 y S/ 75,000 antes de la pandemia, detalló. Sin embargo, precisó que los tickets son dispersos y varían desde S/ 22,000 a S/ 500,000.
En el caso de financiamiento participativo (crowdfunding), donde se requiere de varias personas para otorgar un préstamo, antes intervenían, en promedio, 50 inversionistas en cada operación, pero ahora toman parte alrededor de 150, refirió Valentín Bonnet, cofundador de Inversiones.io.
En esta línea, proyectó que el número de inversionistas crecerá exponencialmente y que llegará a los 4,000 al cierre del 2022, superando los 1,600 que registra la firma fintech a la fecha.
Asimismo, refirió que el ticket promedio usado en estas transacciones de crowdfunding aumentó a S/ 1,500 desde S/ 1,000 en el último año. Incluso, podría alcanzar los S/ 2,500 a fin de año, agregó.
Perfil
Según los especialistas, el inversionista que apuesta por estas fintech tiene entre 30 y 50 años, es del segmento socioeconómico A/B, cuenta con excedentes de capital, está acostumbrado al uso de plataformas digitales y busca una rentabilidad en instrumentos de mayor liquidez.
También hay un grupo de jóvenes entre 25 y 30 años con perfil exploratorio, que mueven montos pequeños, cercanos a S/ 500, acotaron.
Retorno
En tanto, Bonnet comentó que el rendimiento anual de estas inversiones oscila entre 15% y 30%, de acuerdo con el riesgo y plazo; aunque el retorno promedio es de 21%.
Esta rentabilidad es similar a lo largo del tiempo, pues se calcula en función de las tasas de interés de los préstamos aprobados y del riesgo que implica la inversión.
Por ejemplo, Inversiones.io opera bajo el mecanismo de crowdfunding cuya norma estipula que el dinero de los inversionistas debe administrarse bajo un fideicomiso a fin de evitar malas prácticas y eventuales pérdidas del capital.
Por su parte, Prestamype otorga créditos a negocios respaldados por un activo colateral, cuyo monto financiado equivale al 40% del inmueble en garantía, lo cual protege tanto a la fintech como al inversionista ante la probabilidad de impago.
En ambos casos, los inversionistas reciben distintas alternativas de solicitud de crédito que se adecúan con el monto y plazo de su preferencia y, tras revisarlas, escogen la opción a financiar de su preferencia.
Si bien los inversionistas no están solicitando tasas mayores, sí están siendo más rigurosos en la evaluación de la garantía del prestatario, manifestó Schlesinger.
Cuota fija
Detalló que el inversionista tiene dos modalidades de hacer efectiva su ganancia. Una es mediante cuotas fijas, que es el pago mensual de una parte del capital más los intereses generados. La otra son cuotas flexibles, que consisten en la amortización de un monto mínimo en los primeros meses de la inversión y el pago del capital restante más intereses al finalizar el plazo del financiamiento.
Antes de la pandemia, los inversionistas preferían cuotas flexibles porque les ofrecían mayor retorno, pero ahora optan por cuotas fijas porque es una modalidad más segura y líquida de tener su dinero de regreso cada mes, expresó.
Hay preferencia por financiar operaciones de corto plazo
Los inversionistas en plataformas fintech pueden participar en operaciones con plazos de hasta cinco años, sin embargo, el ruido político y la incertidumbre local deterioraron un poco la confianza de estas personas y elevaron su preferencia por plazos más cortos, sostuvo Valentín
Bonnet, cofundador de Inversiones.io.
Estos partícipes optan por invertir su dinero para financiar créditos de hasta seis meses que son específicamente para capital de trabajo de los negocios solicitantes, acotó. Además, señaló, las empresas no registran proyectos de inversión de largo plazo que requieran financiamiento para la compra de activos, por lo que plazos mayores a dos años casi no son acordados. Por otro lado, Bonnet refirió que los niveles de morosidad de estos créditos continúan controlados alrededor de 1.6%, otro factor que atrae a los inversionistas.