La pandemia del COVID-19 ha acelerado en todos el mundo los cambios en los hábitos de pago de los usuarios, quienes han priorizado el uso de canales de pago digitales o sin contacto.
Latinoamérica es la segunda región mundial, después de Asia Pacífico, con mayor potencial de crecimiento de ingresos de la industria de pagos, según el informe “Global Payments 2020: salto hacia el futuro”, realizado por Boston Consulting Group (BCG). La extensión del comercio electrónico y una mayor inclusión financiera impulsarían el aumento de esos ingresos, dice el estudio.
En la región pese a una mayor adopción de medios de pagos electrónicos o digitales el efectivo sigue siendo el rey.
En Perú y Colombia los pagos en efectivo en los comercios venían representando el 90%, mientras que en Argentina y Chile ese porcentaje llegaba a 70%, dijo Alejandro Tfeli, managing director y socio de BCG.
“Esto era antes del covid-19, ahora esos porcentajes han bajado significativamente pero cuando pase la pandemia y volvamos a un mundo normal no volverá al 90%. Pero llegar al 70% llevará un par de años”, estimó.
La reducción en el uso del efectivo durante la pandemia se explica por la menor capacidad de movilizarse de las personas para poder realizar sus pagos y por cierta desconfianza en que puedan causar contagios, señaló Joaquín Valle, managing director y socio en Perú de BCG.
Sin bien esta caída en el uso de billete y monedas se moderaría hay mucha gente que sí está volviéndose más digital, agregó. Según Valle, los comportamientos digitales están cambiando y muchas personas utilizan las aplicaciones móviles y web de los bancos, las cuales están creciendo en uso entre 40% y 50%.
Optimismo
Hay mucho optimismo en que los pagos digitales van a crecer en todo Latinoamérica, con las dos grandes modalidades: e-commerce y pagos físicos (QR, cuentas virtuales), mencionó Tfeli.
El número de transacciones aumentará a más de 15% anual para los próximos cuatro años, situación que será similar en Perú, pues parte de una posición más pequeña que el resto de sus pares de la región y todavía tiene espacio de crecimiento, estimó.
Los pagos con tarjetas son un camino para entrar en estas operaciones digitales, dijo Valle. Hoy la penetración de plásticos en Perú es más baja que en Chile, Argentina y Colombia, pero está creciendo y a la fecha hay 25 millones de tarjetas, detalló.
La avance de los pagos digitales y el retroceso del efectivo pueden venir por incrementar el número de tarjetas disponibles y, sobre todo, su uso en los comercios, sugirió.
Competencia
Valle indicó que la pandemia llegó en medio de cambios en el mercado de pagos, uno de ellos, la aceptación de multimarca, con lo cual los comercios no necesitan tener dos puntos de venta (POS) para sus cobros con tarjeta.
Pese a que en los primeros mese de la cuarentena se ralentizó la afiliación a terminales de pago, el uso del consumidor final sí registra una evolución creciente, pues se está utilizando mucho más la tarjeta, acotó.
Los costos en el mercado de pagos se han ido ajustando gradualmente por la competencia y con el modelo multiadquirente existe la posibilidad de una mayor competencia, independientemente de la entrada de nuevos jugadores, sostuvo Valle.
Este proceso de adquirente multimarca se dio el 2019 en Argentina y solo por ese cambio aumentó la competencia y se registró una caída en precios para los comercios, complementó Tfeli.
Fintech de mayor tamaño ‘atacarían’ solas el mercado
En general la mayoría de las fintech tiene un recorrido limitado cuando continúan sin asociarse con un banco o un jugador más grande, señaló Joaquín Valle, managing director y socio en Perú de BCG. Si bien son agentes de cambio, de creación de nuevas oportunidades y de aceleración en el mercado, en muchos casos van a optar por alianzas, asociaciones e incluso por ser adquiridas por los bancos o entidades más grandes, estimó. Pero hay algunas fintech muy grandes que tienen cobertura regional, como Mercado Pago o Rappi Pay, que “no van a querer alianzas sino atacar por todo”, manifestó Alejandro Tfeli, managing director y socio de BCG. “Pueden hacer alianzas de corto plazo pero quizás, en el mediano plazo, tienen una visión de jugar solas y comer todo lo que puedan, a diferencia de la mayoría que no tiene derecho a ganar en el largo plazo si no se asocian”, afirmó. La llegada a la región de soluciones de pago de las grandes tecnológicas aún no está cerca, añadió.