La oferta de los inmuebles se mantiene insuficiente desde que salió el primer número de Gestión en 1990; sin embargo, el sector ha avanzando tanto desde el lado de los desarrolladores de proyectos como por el lado de la demanda junto al mercado financiero.
Uno de los factores dinamizadores del mercado inmobiliario en el Perú ha sido el Fondo MiVivienda, que empezó en el gobierno de Alberto Fujimori, pero que recién tuvo un impulso a partir del 2000. Con este mecanismo, el Estado ofrece subsidios a través de préstamos de entidades financieras.
"El Fondo MiVivienda presta a los bancos una tasa subsidiada, de modo que estos puedan cobrar una tasa menor de crédito hipotecario para los que deseen acceder a las viviendas del programa. La idea es que haciendo que al banco le cueste menos prestar dinero, el costo para el que se acerca a pedir el préstamo sea menor. Además existe el Bono del Buen Pagador (PGB). Se trata de un monto de dinero que el fondo otorga a todo aquel que cumple puntualmente con el pago de las cuotas del préstamo", explica el Instituto Peruanos de Economía (IPE).
Así, la clase media empezó a tener acceso a los créditos hipotecarios y el país vivió un boom de este sector hasta el 2013.
Por su parte, el 'boom inmobiliario' vino acompañado de un alza sostenida de los precios de los inmuebles desde aproximadamente el 2005 hasta el 2013. En el 2014, según los datos del BBVA, las ventas de viviendas cayeron a su nivel más bajo de los últimos tres años. Y en ese contexto, la oferta se elevó significativamente en y alcanzó su nivel histórico más alto.
Los expertos consultados para este informe coinciden en que el Perú vive una etapa de sinceramiento de precios, con ajustes más pronunciados en ciertos segementos y zonas. Y que con el nivel de generación de demanda en el ámbito local (se crean 140,000 nuevos hogares cada año) el mercado inmobiliario tiene aún potencial para crecer, impulsado por el financiamiento hipotecario sobre todo en el corto plazo con el lanzamiento del anunciado leasing .