(Bloomberg) No podemos culpar al dueño de una casa ubicada en Fresno, California, por ver la metrópolis próspera que está al noroeste de la suya con envidia y consternación. Mientras que los valores residenciales de San Francisco han aumentado desde la recesión, el mercado de la vivienda de Fresno se estancó.
Menos del 3% de las casas de la ciudad y sus alrededores han vuelto a su máximo anterior a la recesión, según un nuevo estudio de Trulia. La mediana de los valores de las viviendas está unos US$ 78,000 por debajo de su máximo previo a la recesión.
La diferencia entre los dos mercados de California ayuda a explicar una dinámica clave de la vivienda en Estados Unidos una década después de la crisis de ejecuciones hipotecarias.
Mediciones populares del entorno, como el índice Case-Shiller CoreLogic de S&P y el índice FHFA House Price, muestran que el mercado se ha recuperado a niveles vistos por última vez antes de que el sector de la vivienda se hundiera. Pero de acuerdo con Trulia, este no es el panorama completo, el cual resulta significativamente más sombrío.
A nivel nacional, sólo una de cada 3 casas vale más ahora que en su apogeo. Mientras que los centros de tecnología de la bahía de San Francisco y Denver y los centros de alto empleo como Dallas o Nashville han visto los valores de las casas dispararse, superando máximos anteriores, hay más perdedores que ganadores cuando se mira todo el país, muestra el análisis de Trulia. Y es realmente una mala noticia para quienes viven en Las Vegas, Tucson o Fresno.
Muchos de los perdedores no solo perdieron -sufrieron una paliza. Se registraron 28 ciudades donde menos del 10% de los hogares recuperaron su valor desde que estalló la burbuja.
Menos del 1% de las viviendas en Las Vegas regresaron o superaron el valor que tenían valían antes de la recesión. La mediana del precio de venta allí está US$ 91,000 por debajo de su máximo.
"Es un reflejo de lo bien que se han recuperado algunas zonas metropolitanas", dijo Ralph McLaughlin, economista jefe de Trulia, y agregó que sus hallazgos se correlacionan mayormente con otras medidas de crecimiento a nivel metropolitano, como el aumento de los ingresos y la población total.
Como resultado, es tentador ver estos resultados a través del prisma de las elecciones de 2016. Muchas de las áreas metropolitanas donde los valores de la vivienda quedaron más rezagados son las ciudades del Rust Belt –o Cinturón de Óxido– con pocas perspectivas de una recuperación inmediata, o ciudades del Sunbelt –el Cinturón de Sol– cuyos valores máximos fueron producto de la burbuja que precedió al colapso.
McLaughlin dice que un análisis al nivel de códigos postales ofrece una visión más matizada de ganadores y perdedores. En gran parte del centro del país, las ciudades se han estancado, mientras que las regiones menos pobladas lideran la recuperación.
Si bien es cierto que los mercados costeros han experimentado la mejor tajada del repunte, la mayoría de los hogares en mercados caros como Nueva York, Los Ángeles, Silver Spring, Maryland y el condado de Fairfield, Connecticut, todavía valen menos que hace una década.
Por cierto, la investigación de Trulia se basa en sus propias estimaciones de los valores residenciales, mientras que los índices grandes parten de ventas reales.
Otras investigaciones sugieren que una economía pujante les da a los trabajadores rurales más opciones, lo que causa una afluencia de empleados potenciales a mejores empleos, a menudo en las ciudades o en las costas, y puede acelerar el descenso en el valor de las casas en otros lugares.