Al evaluar comprar un inmueble, una de las primeras decisiones a tomar será si es un inmueble terminado, es decir, de entrega inmediata, o si aún está en planos o en construcción.
La compra de una vivienda en planos o en construcción tiene grandes ventajas. Pero también riesgos a tener en cuenta:
Ventajas
-Menor precio. Esta es una de las principales ventajas de adquirir una vivienda en planos. El precio tiene una rebaja considerable respecto a si es adquirida ya terminada.
“El descuento en el precio varía entre 10% a 15%”, indicó Nicolás Labarthe, Director Comercial de V&V Inmobiliaria.
Las inmobiliarias aplican estas rebajas para atraer la demanda, ya que requieren alcanzar un mínimo de preventas para acceder al financiamiento de la construcción del proyecto, de parte de una entidad financiera.
El tiempo de construcción de un proyecto toma entre año y medio a dos años. A medida que la obra avanza, la rebaja de precios será menor.
-Facilidades para la cuota inicial. Si el comprador requiere de un crédito hipotecario, si compra en planos puede contar con algunos meses para ahorrar para la cuota inicial.
También hay casos en que el financiamiento para la compra de la vivienda lo puede hacer la propia inmobiliaria. “Si la compra es en planos, se pueden dar facilidades de pago, pues al haber tiempo, la cuota inicial se puede pagar con las gratificaciones o en marzo con la utilidades de la persona”, refiere Xavier Barrón de Olarte, Gerente General de Aurora Grupo Inmobiliario.
-Ubicación y acabados. Al comprar en planos se tienen más opciones para elegir la ubicación del departamento. Por ejemplo, si prefiere un departamento ubicado en los pisos bajos o pisos altos del edificio.
Otra ventaja de adquirir en planos es que se puede coordinar con la inmobiliaria algunos cambios en los acabados, por ejemplo, en el tipo de materiales o el diseño de algunas estructuras internas. “Esto ya no se puede cuando el proyecto ya está terminado”, anota Xavier Barrón de Olarte.
Riesgos
Los principales riesgos de comprar una vivienda en planos es que el proyecto no llegue a terminarse, tenga extensos retrasos en la fecha entrega o la infraestructura sea diferente a la ofrecida.
Para evitar ello será clave conocer los antecedentes de la inmobiliaria. “La persona interesada en comprar debería visitar los proyectos previos ya entregados de la inmobiliaria, hablar con los usuarios para conocer si hay quejas. También se puede averiguar en Indecopi si la inmobiliaria tiene reclamos”, refiere Nicolás Labarthe, de V&V Inmobiliaria.
Asimismo, para garantizar que el proyecto llegará a ser construido “es fundamental que tenga el financiamiento de alguna entidad. El potencial comprador debe solicitar esa información y luego corroborar con la entidad financiera”, indica por su parte Xavier Barrón de Olarte, de Aurora Grupo Inmobiliario.
Respecto a la fecha de entrega y condiciones de la vivienda, estas deben estar claramente establecidas en el contrato de compra-venta, de manera que en caso de incumplimiento, el cliente puede interponer un reclamo.
Cabe anotar que las fechas de entrega suelen fijarse con plazos de entre 30 a 60 días adicionales, en caso de retrasos por causas excepcionales. Pero si el retraso es mayor al plazo adicional, el contrato debe establecer penalidades en favor del comprador.