Si bien el precio y la ubicación del inmueble son dos de los factores más importantes al momento de escoger la compra de un inmueble, no se debe olvidar consultar otra información relevante que ayudará evitar que el sueño de la casa propia se convierta en una pesadilla.
¿El vendedor es de confianza? Para evitar caer en estafas o que la construcción del proyecto tarde mucho más tiempo que el ofrecido, se debe consultar sobre los antecedentes de la inmobiliaria vendedora.
“Se recomienda averiguar si tiene otros proyectos ya entregados, acercarse a ellos y preguntar a los residentes cuál fue su experiencia con la inmobiliaria”, indicó Ian Kishimoto, Gerente General de la Inmobiliaria Alerces.
Tambien sugiere revisar el portal de Indecopi ‘Mira a quién le compras’ donde se reportan los casos de reclamos y denuncias de los consumidores. “Si ves que la empresa tiene muchas sanciones, entonces allí tienes una bandera roja”, anotó.
Para acceder al portal del Indecopi puede hacer click en este enlace.
¿Cuáles son las dimensiones exactas del inmueble? Algunos anuncios no hacen una diferencia clara entre el área total del inmueble en venta y el área edificada. Será importante pedir esta precisión y que el plano de la vivienda detalle las medidas de cada ambiente.
“Con el afán de vender, algunos muestran planos donde hacen parecer que todo entra bien, que una cama queen entra en un dormitorio pequeño, cuando no está acorde con la realidad, por eso será importante pedir los planos con las medidas a detalles”, refiere el ejecutivo.
Agrega que en los contratos se suele establecer un margen de alrededor de 2.5% en la diferencia del tamaño de la vivienda ofrecida y la finalmente entregada. Esto debe quedar establecido en el acuerdo entre las partes, pues una diferencia mayor puede dar pie a demandas contra el vendedor.
¿El inmueble tendrá garantías? Se deben establecer diversas garantías en la compra de un inmueble. Para los acabados al interior de la vivienda y para la infraestructura de las áreas comunes el plazo puede variar de entre 1 a 3 años, indica Kishimoto.
“Para el caso de temas estructurales del inmueble el plazo es mucho mayor. Todo ello debe quedar establecido a detalle y con transparencia en el contrato”, apuntó.