Hasta antes del COVID-19, las perspectivas para este año respecto a los créditos hipotecarios eran alentadoras. Prueba de ello es que -por ejemplo- en el caso del BBVA venía otorgando 700 créditos al mes tanto en enero y febrero, lo que generó un avance en su participación de mercado. Sin embargo, con la cuarentena las expectativas se frenaron dramáticamente.
“Habíamos tomado -a mediados del 2019- la decisión de incursionar más en el otorgamiento de créditos de interés social a través del programa Techo Propio y el crédito Mivivienda ante la mayor demanda de las familias por adquirir una vivienda. Sin embargo, entra la pandemia, cerrando marzo con aproximadamente 280 operaciones desembolsadas lo que implica un retroceso de 40%”, explicó a Gestión.pe el gerente de Negocio Inmobiliario del BBVA, Manuel Piñán,
Ante ello, explicó que -al igual que el resto de bancos- se decidió hacia el mes abril empezar a priorizar las reprogramaciones de los créditos hipotecarios por distintos canales ya sea por la web, teléfono y en las oficinas así como brindar facilidades para las familias que optaron por el programa de ahorro de vivienda.
“Planteamos a nuestros clientes que puedan afrontar las cuotas de sus créditos pasando los 60 u 90 días. También otorgamos facilidades para los que ahorran para una vivienda a fin de que no se vean afectados por no cumplir con las cuotas de los meses de marzo y abril", detalló.
Piñán especifico que la prolongada cuarentena está abriendo oportunidades para comercializar la colocación de préstamos hipotecarios a través de canales alternativos como -por ejemplo- los digitales ya sea por internet o por la banca por celular.
Sin embargo, los resultados todavía no son alentadores ante el difícil panorama que atraviesan las familias a lo que se suma que -por efectos de la cuarentena- la inoperatividad de las notarías y los registros públicos generó que únicamente puedan colocar créditos de proyectos hipotecarios financiados por el BBVA.
“No ha repuntado la colocación de créditos ya que esta crisis está generando que muchas familias se estén quedando sin empleo por lo que la demanda se está viendo afectada, por ahí viene la reducción considerable en las colocaciones. En este negocio, no es que los financiamientos se construyan de un día para otro. Ya veníamos con un buen grupo de operaciones o proyectos por activar que nos permiten el desembolso de los créditos hipotecarios entonces para quincena de marzo -con la cuarentena- en la inoperatividad de las notarías y registros, los que nos quedó es desembolsar los créditos de los proyectos financiados por el banco, ya que podemos colocar bienes futuros sobre la garantía del terreno. Nuestra estrategia comercial se volcó a la colocación de créditos hipotecarios de proyectos financiados por el banco”, acotó.
Mientras que el resto de créditos de otros proyectos quedan en ‘stand by’ ya que no se pueden inscribir las escrituras públicas ni efectuar los trámites registrales. “La pandemia nos agarró en momentos en la que estábamos por activar de proyectos de gran volumen, las que se han concretado en una situación como esta por lo que pudimos desembolsar créditos sociales y residenciales de proyectos financiados por el banco, por lo que si se ha reducido la colocación pero si se ha continuado el ritmo de ventas. Estamos seguros que pasando la cuarentena, vamos a reflotar. Lo que sí no podemos predecir es la demanda, que afecta el sector en general”, argumentó.
Así en abril la colocación de créditos bajó en 15% y en lo que queda de mayo dependerá de que los clientes puedan aplicar a un crédito.
“Lo que estamos haciendo es buscar la salud financiera del cliente: si es que está en condiciones de entrar a una obligación de largo plazo se continuará con la operación -siempre que- se puede concretar el financiamiento; pero si esta buscando adquirir una propiedad usada u otra operación que requiera trámite registral, pues lamentablemente no se podrá continuar. La mayoría esta buscando reprogramaciones y analizando al cliente”, reiteró.
Consultado si es que se esperaría una estrategia que implique a las tasas de interés, mencionó que las tasas de interés para crédito sociales son ya pactadas por el Fondo Mivivienda. “Al tener ya fondeo establecido para el 2020 y 2021 no se están viendo afectadas, más bien el tema no pasa por un escenario de tasas, sino por la salud financiera de las familias: si se reducen su economía, así tenga una tasa competitiva no van a poder sostener un financiamiento de largo plazo”.
Recordó que las tasas para las viviendas del Fondo Mivienda están bordeando entre 7% a 9% mientras Techo Propio 13% y 15%. “La mayor preocupación que tenemos es que el cliente pueda calificar y su salud financiera”. Mientras que los créditos fuera del paraguas del Estados se esperaría que las tasas de mantengan.
¿Qué se privilegia al momento de aprobar un crédito? Piñán indico que se analiza que el ingreso de las familias para que no se vea mermado al tomar una obligación de largo plazo. Se está buscando que las familias puedan aplicar a responsabilidades de largo plazo. “Antes del COVID-19 había una demanda de 250,000 familias, y la mayoría en los tickets medios bajos”, puntualizó.
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