En un mundo cada vez más complejo y acelerado, la educación financiera se ha convertido en una habilidad fundamental, especialmente para los jóvenes. Hoy en día, muchos de ellos enfrentan decisiones económicas cruciales a una edad temprana, como la elección de préstamos estudiantiles, la compra de su primer auto o la administración de su primer salario.
Por ello, dotar a los jóvenes de conocimientos financieros les permite tomar decisiones informadas y evitar errores que podrían afectar su bienestar económico en el futuro.
“La educación financiera no sólo capacita a los jóvenes para tomar decisiones informadas en el presente, sino que también les ofrece las herramientas necesarias para planificar y alcanzar metas financieras a largo plazo. Con una buena base, pueden evitar errores costosos, identificar oportunidades de inversión y construir un futuro financiero más estable”, afirmó Gonzalo Llosa, profesor de Economía e investigador de la Universidad del Pacífico.
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La importancia de informarse para evitar errores
Para tomar decisiones financieras informadas, es crucial que los jóvenes dominen los conceptos básicos relacionados con el manejo del dinero.
“Tener claridad sobre aspectos fundamentales como la tasa de interés, la amortización y las cuotas de un préstamo es el primer paso para gestionar adecuadamente las finanzas personales y evitar sobreendeudamientos,” comenta Jimmy Astocondor, especialista en finanzas y profesor de la Pacífico Business School.
Según el docente, comprender estos elementos les permite no solo evaluar mejor sus opciones de financiamiento, sino también minimizar los costos a largo plazo, lo que fortalece su estabilidad financiera futura.
Siendo esto así, los especialistas comentan cuáles son los cuatro errores financieros más comunes entre los jóvenes y cómo evitarlos:
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- Financiar activos que no generan rentabilidad: Muchos jóvenes suelen pedir préstamos o usar tarjetas de crédito para comprar bienes sin valor económico futuro, como ropa o gadgets costosos, lo que incrementa sus deudas sin generar ingresos. Es clave que aprendan a priorizar inversiones que les proporcionen retornos, como la educación o un inmueble.
- Elegir fuentes de financiamiento costosas: Es común que los jóvenes recurran a opciones de crédito rápido, como préstamos personales o el uso excesivo de tarjetas de crédito, sin considerar las tasas de interés elevadas asociadas a estas formas de financiamiento. Comparar distintas opciones y elegir la más económica es clave para evitar costos financieros innecesarios.
- Sobreendeudarse: La falta de control sobre las deudas puede llevar a que los jóvenes adquieran más obligaciones financieras de las que pueden manejar, lo que puede resultar en pagos atrasados y una espiral de deuda. Una regla importante es que sus pagos mensuales de deuda no deben superar el 30% de sus ingresos.
- Descalce financiero: ocurre cuando se utilizan préstamos a corto plazo para financiar activos a largo plazo, o cuando se toma deuda en una moneda diferente a la de los ingresos. Esto puede generar problemas si las condiciones económicas cambian. Es esencial que los jóvenes comprendan la importancia de alinear los plazos de sus deudas con sus ingresos y asegurarse de que los préstamos sean en la misma moneda, minimizando así riesgos financieros.
La educación financiera no solo es importante para los jóvenes, sino también para el desarrollo económico de la sociedad en su conjunto. Al adquirir conocimientos financieros desde una edad temprana, los jóvenes pueden tomar decisiones informadas que les permitirán construir un futuro más próspero y evitar las trampas de la deuda y el mal manejo de sus finanzas.
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