Esta generación de jóvenes está dentro de un proceso de transformación en el cual el levantamiento de las restricciones tras la crisis sanitaria está provocando una reacción de “ponerse al día”, dijo Edmundo Lizarzaburu, docente de la Universidad Esan.
En este escenario, empiezan a consumir y gastar de una manera atípica, aunque se les está tratando de inculcar el ahorro, agregó.
Asimismo, sostuvo que otro factor importante es la inflación, que conlleva un incremento de precios y hace que los ahorros se vayan reduciendo.
El Índice de precios al consumidor aumentó 8.62% en los últimos doce meses, elevando el precio de 453 productos de los 585 que conforman la canasta familiar, según datos del Inei.
En esta línea, el gasto total del hogar subió de S/2,980 a S/3,220 al mes, mientras que en el hogar más pobre se incrementó de S/1,240 a S/1,355.
Así, el nivel de consumo se está elevando y no necesariamente es porque quieran gastar más sino porque las cosas cuestan más, manifestó Jair Carhuallanqui, jefe de Captaciones de Caja Huancayo.
Las presiones inflacionarias implican un mayor gasto para los jóvenes y reduce el margen de ahorro que pueden tener, acotó.
Según los especialistas, si bien algunos jóvenes le pierden gusto al ahorro obligados por los elevados costos del día a día, otros lo hacen ante la apertura de más actividades de entretenimiento.
“En pandemia, los gastos de los jóvenes apuntados a diversión eran limitados, sin embargo, la liberación de restricciones sanitarias y el retorno de eventos como conciertos, fiestas y viajes hace que la gente gaste un poquito más”, expresó Carhuallanqui.
Pese a ello, Lizarzaburu advirtió el rol clave del ahorro dentro de esta generación de jóvenes, el cual podría empezar con decisiones sobre un eventual retiro de los recursos de las AFP o de las cuentas CTS, tras la aprobación de mecanismos que liberan este dinero.
Los especialistas coinciden en que si los más jóvenes no pueden ahorrar dado el panorama, al menos podrían conservar estos ahorros pues son fondos con fines específicos, para la jubilación o ante desempleo.
Si bien es posible acudir a estas cuentas en caso de emergencia, la situación más difícil para la mayoría de los peruanos ya pasó; ahora no deberían usar estos fondos a menos que sea por una razón realmente urgente, refieren.