Los créditos de consumo, entre los más golpeados por la pandemia, están repuntando en el año, a contrapelo del declive que registra el financiamiento a empresas.
La tasa de incremento anual de los préstamos destinados al consumo se aceleró de 3.9% a fin del 2021 a 22.7% a julio último. Tal ritmo de expansión es el mayor desde febrero del 2009, o en más de 13 años, según datos del BCR.
En el contexto actual de magro crecimiento económico y mayor inflación las personas están recurriendo a tomar estos créditos para afrontar sus crecientes gastos, ocasionados por el alza generalizada de precios, señalaron analistas y el regulador del sector financiero (SBS).
En cuotas
De hecho, la SBS indicó en un reciente informe que la deuda de las personas con la banca subió frente a sus ingresos mensuales, sobre todo en la población de menores ingresos.
El aumento del nivel de apalancamiento (endeudamiento) de ese grupo de peruanos responde a la toma de más créditos de consumo en cuotas (no revolvente), pero también a la necesidad de liquidez de las personas en un entorno de estancamiento económico e inflación, dice.
En ese mismo sentido, la central de riesgo Experian ha informado que el mayor uso de las deudas de consumo por parte de las personas, para apalancarse ante la inflación, corresponde a los segmentos socioeconómicos C, D y E, de menores ingresos, aunque analistas indican que estos requerimientos también provienen de los estratos A y B.
Si bien la tasa de inflación anual se redujo ligeramente en julio, se mantiene aún elevada (8.74%).
Ajustadas condiciones
Incluso si se consideran algunos productos básicos, como pan o verduras, los incrementos de precios llegan a 20%, 25% o 30%, dijo a Gestión Walter Rojas, gerente central de Negocios de Caja Cusco.
Ahora a mucha gente no le alcanza lo que gana para cubrir sus gastos mensuales y, entonces, ha empezado a tomar más deuda, manifestó. “La inflación está arrastrando el crecimiento de los créditos de consumo”, añadió.
La mayor demanda de créditos de consumo se explica por el impacto de las ajustadas condiciones económicas sobre los ingresos de las personas, coincidió en señalar Yang Chang, docente de finanzas de la Universidad de Piura.
Salarios reales
El crecimiento lento de la economía junto con una mayor inflación y escasa inversión golpea los salarios tanto nominales, por la precarización del empleo, como reales, por el alza de precios, agregó.
Hay 5.1 millones de deudores de crédito de consumo en el sistema financiero, según la SBS.
A nivel nacional, los salarios reales aún son 15% menores que en el 2019, según Thorne & Associates.
Rojas reveló que antes los créditos de consumo, en promedio, se daban a 36 meses de plazo, pero ahora se dan a 48 y hasta 60 meses, para que las cuotas sean menores y así no se afecte la capacidad de pago del cliente.
Además, el monto que ahora toman más frecuentemente las personas es de S/ 20,000.
Reapertura
Sergio Urday, asociado de investigación económica de Prime Consultores, precisó que el financiamiento en cuotas, comparado con la tarjeta de crédito, es menos riesgoso para las entidades prestamistas, por lo que en esta coyuntura es el que más ofrecen.
Una razón adicional a la necesidad de liquidez de las personas, que sustenta la expansión de los préstamos de consumo, es la reapertura de los negocios paralizados por la pandemia, sostuvo.
“Hay un efecto rebote y ahora hay más lugares donde gastar”, expresó.
Probable incremento de morosidad
Ritmos de crecimiento del crédito de consumo por encima del 20%, en un escenario local e internacional complicado, entrañan un riesgo alto para las entidades financieras y un posible incremento de la morosidad en el largo plazo, dijo Yang Chang, docente de la Universidad de Piura.
Si el gasto del deudor se mantiene por encima de sus ingresos mensuales, corre el riesgo de caer en sobreendeudamiento, indicó Walter Rojas, de Caja Cusco.
Sergio Urday, de Prime Consultores, consideró que, en general, la mora de los créditos de consumo (hoy en 2.3%) se mantendrá acotada, aunque no descartó un riesgo de sobreendeudamiento en los clientes de menores ingresos.
Urday y Chang estiman una moderación en la expansión del préstamo de consumo en lo que queda del año, con entidades financieras más cuidadosas con sus nuevos desembolsos.
Rojas prevé que la campaña navideña daría un impulso a este financiamiento en noviembre y diciembre.