Una nueva alternativa de inversión local permitirá que los peruanos obtengan ingresos de obras de infraestructura.
Así, Sura anunció que está trabajando en un fondo de inversiones alternativas con productos que generen rentas y ofrezcan una diversificación en la cartera, pues tendrán baja correlación con los instrumentos tradicionales como bonos y acciones.
“Vamos a poder ser dueños de puertos, aeropuertos, carreteras y otros activos similares”, señaló Tomás Silva, gerente de Inversiones y Productos de la gestora de fondos, quien adelantó también que este instrumento estaría disponible desde el primer trimestre del 2023.
Esta sería una opción novedosa para las personas que buscan obtener rentas periódicas, pues lo podrán hacer de una clase de infraestructura distinta a la que hoy le puede ofrecer un Fideicomiso de Titulización para Inversión en Renta de Bienes Raíces (FIBRA) o Fondo de Inversión en Renta de Bienes Inmuebles (FIRBI), comentó Jorge Espada, co founder de Valoro Capital.
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“Hay infraestructura que genera renta y hay inversionistas en el mundo que compran obras, pero ahora no solo lo podrán hacer los partícipes institucionales o familias de alto patrimonio, sino también los retail”, manifestó.
Sostuvo que el inversionista podría comprar un certificado de participación, como sucede en los fideicomisos o fondos inmobiliarios, con la diferencia de que la renta no solo provendrá del alquiler de oficinas o un centro comercial, sino de puertos o carreteras.
Según Espada, el rendimiento de esta inversión es atractivo y podría alcanzar el doble dígito, con lo que superaría una apuesta tradicional en un depósito a plazo, por ejemplo, que está ofreciendo tasas alrededor del 8%.
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Aunque, en algunos casos, podría ser menor que el retorno brindado por un Fibra o Firbi, dependiendo del segmento en que invierte, refirió. El alquiler de oficinas es más riesgoso hoy en día y podría pagar un poco más, acotó.
Asimismo, el especialista mencionó que esta es una apuesta de largo plazo pues los procesos de concesión pueden alcanzar los 30 o 40 años.
“En contraste con la inversión en proyectos en desarrollo, que requiere la ejecución de nueva infraestructura, los fondos de renta podrían encontrar más rápido algún inversionista privado que esté dispuesto a vender una obra”, precisó.