(G de Gestión) En los últimos dos años, las notas estructuradas han ganado mayor popularidad pese a que para cualquier mortal de las finanzas pueden ser algo complejo, pues es un producto personalizado y está ligado a varios supuestos para obtener rentas, con la protección del capital como eje seductor. Este último componente es lo que las hace más atractivas.
Jorge Ramos, gerente general en BBVA Bolsa, refiere que desde el 2022 la demanda por las notas estructuradas ha crecido en más del 50%. El repentino interés que han despertado se debe, afirma, a dos motivos. En primer lugar, la alta volatilidad que se está presentando en otros productos financieros, como los bonos y las acciones. La segunda razón es la sofisticación del inversionista peruano, que le da músculo a esta tendencia.
Desde Credicorp reportan que entre el 2009 y mayo del 2024 han cerrado 2,015 notas estructuradas. Christel Miranda, directora regional de Productos de Inversión del holding, precisa que, solo en el 2023, esta alternativa creció en 159%, y que entre enero y mayo del 2024 han logrado una expansión de 92% frente al mismo periodo del año anterior. Además, prevé que podrían terminar diciembre con una subida de 200%. “Estamos saliendo a levantar fondos estructurados con objetivos de protección de capital, y para ello hemos educado y capacitado a nuestros clientes tanto externos como internos: asesores, banqueros, etcétera. Esto nos ha dado buenos resultados”, expresa la ejecutiva.
Y es que hay un aspecto clave relacionado con el éxito de esta alternativa de inversión: la denominada “fiesta de tasas altas de interés” de la Fed, que, según los últimos reportes, se podría mantener un tiempo más. Si esto sucede, existirá todavía un espacio para que este producto pueda seguir colocándose, aseguran los expertos.
LEA TAMBIÉN: Un país con poco entusiasmo local: ni grupos empresariales ni fondos participan en compras
Nuevos inversores
Los entendidos en el sector remarcan que las notas estructuradas son operaciones que demandan un manejo más curtido; es decir, no son para novatos. Ignacio Aguirre, fundador de Independiente SAF, hace un repaso sobre este producto financiero, que debe tener más de 30 años en el mercado y que, aunque en sus inicios estaba diseñado para la gran inversión, gradualmente se fue haciendo más accesible para el inversionista retail a escala regional.
Así, hasta hace unos diez años los montos a comprar se encontraban entre los US$ 100,000 y los US$ 200,000. Esta exigencia se ha democratizado y hoy los intermediarios suelen ofrecer notas estructuradas de entre US$ 5,000 y US$ 10,000, con lo que se incorporan segmentos que antes no accedían. Ahora empresas como J. P. Morgan en el extranjero, fintechs y family offices ofertan esta alternativa de manera más diversificada.
Es poco probable que alguien rechace la promesa de rentabilidades a corto plazo de 8% y 10%, o de 12% a 15%, si se arriesga parte del capital, que es lo que ofrecen comúnmente las notas estructuradas típicas. Estas tasas son significativamente superiores a las de los depósitos a plazo fijo.
“A simple vista, este instrumento financiero es una fórmula maravillosa, pues garantiza que el capital va a rendir un montón y que no se va a perder. Lo que más detesta la gente es comprar un producto que se mueva mucho, como las acciones”, manifiesta Aguirre.
Pero no todo lo que brilla es oro. Existen riesgos y se encuentran de todas maneras dentro del producto. Justamente, es la mirada ávida de un experto y capacitado la que sabrá cómo dominarlos. “Quien tome esta alternativa de inversión tiene que saber que hay volatilidad en el recaudo del bono o del instrumento que hay adentro. Y tiene que saber que esa rentabilidad alta está pegada a ese riesgo de crédito. No se pueden separar”, aclara el especialista. Sin contar, además, que esto se halla atado a costos o a una serie de comisiones que le corresponde asumir al inversionista.
Las notas estructuradas son como trajes hechos a medida del cliente, pues se delinean bajo una estrategia que estará diseñada según lo que se demande en cuanto a renta, tiempo y garantía de capital. Miranda anota que esta alternativa de inversión puede ser tan personalizada y riesgosa como uno pueda querer: todo dependerá de la asesoría para optimizar las condiciones en beneficio del inversionista. En ese sentido, subraya la necesidad del rol del intermediario, así como de un equipo de profesionales.
“Nosotros contamos con dos grandes formas de mitigar esos riesgos: la primera es que cada vez que creamos una nota estructurada tenemos una tesis de inversión detrás; puede ser una tesis de inversión a favor del mercado, a favor de un factor específico de la renta variable o a favor de algún movimiento de tasas determinado, pero lo importante es que lo hacemos de la mano de nuestro equipo de estrategia de inversiones, que brinda los fundamentos”, puntualiza.
En algunos casos, para minimizar los riesgos se establecen con índices del mercado y no con posiciones directas. Por ejemplo, se acostumbra usar el índice de acciones S&P 500 (el más grande de Estados Unidos) o el índice europeo. O se juega con algún indicador en el sector, ya sea salud, tecnología, consumo básico u otro. ¿Por qué? Porque, si se hiciera una nota estructurada utilizando como subyacentes nombres concretos de organizaciones como Netflix o Amazon, o quizá una compañía local, esto demandaría de un equipo de investigación que las analice y mitigue la posibilidad de riesgo. “Y eso es más complicado”, comenta la directiva de Credicorp.
LEA TAMBIÉN: AFP Integra: “Más desconfianza por temas estructurales”
Perfiles de inversión
Hay un perfil de inversores en estos productos, y últimamente suele estar definido por profesionales interesados en una renta inmediata. Para ellos, estas notas se estructuran a tres, seis o nueve meses. El profesor de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico Enrique Castellanos advierte que, aunque esta opción alcanza cierta notoriedad y popularidad en pequeños inversionistas, aún no es adecuada para el segmento si no hay la espalda necesaria para asumir cierta frustración por resultados negativos; mientras que, para aquellos que requieren diversificar su portafolio, la apuesta es más segura.
Explica, además, que las notas estructuradas son como una especie de energizantes: uno no se los debe tomar si realmente no los necesita o si no conoce las consecuencias que habrá en su salud. “Desafortunadamente, el 80% de la gente no sabe lo que compra en una nota estructurada. Deben entender bien la condicionalidad, de forma que sepan a qué se están enfrentando”, remarca.
En efecto, señala que muchos compradores se suelen dar de bruces cuando se percatan de que no han obtenido la rentabilidad esperada porque no se cumplieron las condiciones bajo las cuales se armó la estructura, lo que les hace perder la fe en el producto.
Aun así, el mercado parece seguir floreciendo. Solo Credicorp llegó a colocar el año pasado US$ 412 millones en notas de protección de capital — que van para el inversionista retail—, intermediando depósitos de bancos internacionales de grado de inversión con buena calidad crediticia. Estiman que este 2024 duplicarán la cifra.
Miranda indica que el objetivo tras estos inversionistas es que den un paso más a la inversión de mediano plazo y que analicen otras ofertas. De hecho, muchos pequeños inversores no han ganado solo rentas, sino también confianza para apostar, por ejemplo, a fondos mutuos, en inversiones en mercados privados o en real estate.
Los consultados para esta nota sostienen que se necesita aún mucha información y educación, pero sobre todo transparencia por parte de los intermediarios. Lo que sí es innegable es que las notas estructuradas han despertado un apetito por entrar al mercado financiero. Y, como todo en economía, aventurarse con ellas no es positivo ni negativo, sino que dependerá de las condiciones.
Cuando la nota es importante
Según Credicorp Capital, existen tres tipos de notas estructuradas en el mercado.
- Protección de capital: En que no se expone el patrimonio. Es un producto tomado, por lo general, por clientes que esperan ganar algo más que los depósitos a plazo.
- Distribución: El producto apuesta por sacrificar algo de capital a cambio de la entrega de un cupón lo suficientemente atractivo. Son notas que buscan generar un cupón por encima de productos de renta fija. Si el mercado tiene una caída radical, el cliente no perderá más de lo que habría podido ganar.
- Participación: Se hace una apuesta un poco más agresiva a favor del mercado. Se suele usar cuando se desea multiplicar la ganancia de un mercado en un contexto positivo. Es habitualmente tomada por los clientes corporativos o por aquellos que pueden diversificar su inversión.
SELECCIÓN G DE GESTIÓN
- Factoring en Perú: ¿qué hay detrás del crecimiento esperado para este año?
- Así es la estrategia de Ransa para llegar a los US$ 700 millones en ventas al año
- Una inversión bien colocada en instrumentos alternativos puede mejorar el retorno
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.