El capital invertido en emprendimientos tecnológicos durante el 2020 duplicó lo apostado un año atrás, alcanzando niveles de US$ 46 millones, según informó la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap).
Así, el director ejecutivo de la asociación, Luis Narro, mencionó que las startups se caracterizan por su edad, la cual normalmente es menor a cinco años, y porque están asociadas a tecnologías.
Si supera dicho periodo de funcionamiento se le podría considerar una empresa tecnológica, agregó.
Asimismo, indicó que suelen hacer levantamientos de capital o rondas de inversión constantes a fin de obtener recursos de diversos inversionistas como fondos de inversión de capital de riesgo o ventura capital, inversionistas ángeles y algunos corporativos.
“Ellos están buscando la venta de la startup para poder materializar su retorno, mientras que no haya comprador de la participación que tiene el inversionista, no tienen una rentabilidad real”, manifestó.
El porcentaje de los inversionistas sigue creciendo a medida que la startup gana más dinero pero recién hacen efectiva la ganancia cuando hay un comprador que permite que todos estos inversionistas salgan de la compañía, detalló.
Según el ejecutivo, si bien es difícil calcular la rentabilidad de estos emprendimientos tras su venta, pues la información no es pública y no se han dado muchas operaciones de estas en el país, normalmente una inversión en una startup debería pagar cinco veces lo aportado inicialmente.
Incluso, la mayoría de inversionistas está esperando multiplicar por 10 su inversión, sostuvo Narro.
“Estas compañías no pagan dividendos, entonces el valor que obtienen los inversionistas es solo al momento de la venta de la compañía, algunas veces hay ventas parciales, por ejemplo, un inversionista ángel que vende su participación a un fondo y el capital social de la empresa ya no está dividido entre tantas personas”, expresó.
En tanto, el especialista estima que el primer “unicornio” del país, una startup valorada en más de US$ 1,000 millones, podría darse en los próximos cinco años pues el mundo está necesitando cada vez más servicios digitales y las startups están resolviendo esos problemas.