Los servicios financieros se caracterizan por su rol mediador entre ahorristas e inversionistas. Sin embargo, algunos agentes de intermediación, por ignorancia o descuido, toman decisiones que pudiesen llevar a la quiebra a familias, empresas o industrias por completo, advierte un reciente estudio realizado el CFA Society Perú.
Existen asimetrías de información y problemas inherentes a la actividad financiera que podrían generar incentivos en los asesores para obtener importantes sumas de dinero en detrimento de sus clientes, señala la Asociación Peruana de Profesionales en Inversiones.
Según la encuesta del CFA, los dilemas éticos más comunes a los que se han tenido que enfrentar los profesionales del mercado son la revelación completa de conflictos de interés (20.2%), el uso de información privilegiada (16.2%) y la promoción de recomendaciones que no cumplen con el perfil de inversión del cliente (15.8%).
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En la lista también se puede encontrar el cobro de comisiones no transparentes (12.7%), recomendación de inversiones sesgadas o tendenciosas (12.7%), beneficio a clientes de mayor tamaño en desmedro de los retail o minoristas (9.6%), y manipulación de precios de mercado (6.6%).
El mercado local muestra asimetría de información, el asesor conoce más o está mejor preparado que el inversionista, y debería comunicarle a su cliente cuando está recibiendo una comisión por la venta de un producto financiero, dijo a Gestión Bruno Ghio, presidente del CFA.
Los más perjudicados
En cuanto al impacto de estas malas prácticas, el 66% de los asesores consultados opina que los clientes retail son el grupo más perjudicado por posibles dilemas éticos, lo cual tiene correlato con la mayor asimetría de información existente entre este tipo de inversionistas y sus asesores.
La mayoría de los participantes (58.5%) señala que es “relativamente frecuente” o “una práctica generalizada” el uso indebido de información privilegiada en el sistema financiero del país, comportamiento favorecido, principalmente, por débiles mecanismos de control y de auditoría, falta de conocimientos normativos o conceptos éticos, y debilidad del gobierno corporativo en la entidad intermediaria.
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En este sentido, el 42% de los gerentes manifestó que los esquemas de compensación, la mayoría de veces o siempre, generan conflictos de interés al momento de poner el beneficio del cliente sobre el de la compañía o del empleado.
“Es como en cualquier industria donde el vendedor recibe incentivos, pero en los servicios financieros el inversionista debería saber que su gestor está ganando por recomendar un producto y evaluar si dicha sugerencia es la mejor”, acotó Ghio.
Frecuencia
El 37.7% de los asesores de inversión y gerentes generales encuestados indicó que una vez por año se encuentra con alguno de estos problemas de ética en el sistema financiero, el 30.3% refiere que una vez por semestre y el 17% mencionó una mayor frecuencia (mensualmente o un periodo inferior).
Sobre los productos donde se podrían dar con mayor énfasis los dilemas éticos, predomina “activos derivados”, seguido por “monedas”, y “Acciones y Bonos”, productos que tienden a exhibir elevados niveles de asimetría de información.
En contraste, los menos mencionados son los “Créditos Hipotecarios” (2%), “Créditos de consumo” (2.8%) y productos del sistema de pensiones (3.4%).
Transparencia
La encuesta realizada a gerentes de inversiones, asesores financieros, banqueros privados, trader y portfolio manager revela que aún existe mucho espacio para mejorar el nivel ético del sistema financiero en Perú, pues la nota promedio otorgada fue de 4.4 (en escala de 1 a 7).
“Falta mayor transparencia, un mejor comportamiento ético, se revelan ciertos conflictos de interés sobre los gestores; este puntaje es neutral, nos dice que no estamos mal pero también que debemos trabajar aún más en nuestro sistema”, expresó Ghio.
Sanciones del regulador son insuficientes
El sondeo del CFA también concluye que cuatro de cada 10 de los entrevistados considera que las sanciones definidas por la ley y aplicadas por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) a delitos financieros son insuficientes.
Más de la mitad de los gerentes (51.9%) sostuvo que el conocimiento de la normativa aplicable al mercado de capitales por parte de los profesionales del sistema financiero es bajo o muy bajo.
En este escenario, la nota asignada al rol investigativo de la Superintendencia ante violaciones a la normativa -en una escala de 1 a 7- es de cuatro puntos en promedio, agrega.
Para Bruno Ghio, del CFA, hay un desconocimiento de las capacidades del regulador para sancionar, las cuales deberían ser explicadas claramente al mercado a fin de que reduzca esa percepción sobre un trabajo poco severo de parte de la SMV.
Los encuestados enumeraron entre los canales de denuncia frente a infracciones al oficial de cumplimiento de la empresa, el canal interno de denuncia y el medio “Denunciante anónimo” de la SMV.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.