La compra del auto siempre está dentro de las compras a concretarse de los hogares, pero hay factores que deben considerarse antes de tomar la decisión. ¿Es recomendable hacerlo en el contexto actual?
Según Jorge Ojeda, docente de la Facultad de Negocios EPE de la UPC y Jorge Carrillo, profesor de Pacífico Business School, no es un buen momento para hacerse de un auto o crédito vehicular.
Ambos analistas señalaron que, de no tratarse de una compra de auto para trabajo, el contexto actual de riesgos sociales y políticos, que podrían impactar en la dinámica del mercado laboral y salarios, no es idóneo para tomar deuda o realizar desembolsos importantes de dinero.
“Como el año pasado, este año se presenta difícil, y en este tipo de situaciones no es recomendable hacerse de una deuda que no corresponde a un bien de primera necesidad como un auto. La inflación es alta, se pierde poder adquisitivo, y los salarios apuntan a no subir mucho este año. Una deuda o un desembolso de dinero fuerte deja menos espacio para gestionar riesgos de gastos del hogar”, dijo Ojeda.
Tipo de cambio y tasas
Si bien el tipo de cambio ha tomado una trayectoria a la baja en febrero (revirtió depreciación que el sol había tenido en el 2023), el impacto que podría tener en los precios de los vehículos no es inmediato. En ese sentido, este factor no incentiva una compra pronto, dijo Carrillo.
Del mismo modo sucede con los costos de los fletes que se han venido estabilizando incluso a niveles similares a los prepandemia, según Ojeda.
“Tanto fletes como el dólar pueden jugar a favor del precio de los vehículos, pero el impacto no es inmediato, pues hay autos que están en stock y que importaron considerando los anteriores precios (de fletes y el dólar). Podrían pasar algunos meses para tener una actualización en los precios finales”, indicó Carrillo.
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Por el lado de las tasas, los analistas indicaron que, aunque están más estables, siguen elevadas y posiblemente se mantengan así a lo largo del 2023, factor que tampoco motivaría el adquirir un vehículo.
Carrillo agregó que, si baja la tasa de referencia en la segunda parte del año, las tasas vehiculares seguirían esa senda y serían menores, aunque en los últimos meses del 2023.
Cabe señalar que la tasa del Banco Central de Reserva (BCR) no tuvo movimientos en el mes de febrero, y analistas esperan que no haya más aumentos ante la expectativa de una inflación que empiece a ceder a partir de marzo.
“Este será un año de transición para las tasas, por lo que, con respecto a este factor, sería mejor esperar y no pagar una tasa alta, sino hasta el 2024 cuando el entorno de financiamiento mejore”, anotó Ojeda.
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Relacionado a lo anterior, si las entidades financieras entienden que hay una mayor prima de riesgo en la economía y en los consumidores, por el contexto actual de inflación y posible nueva caída de la inversión, serán más reacias a otorgar este tipo de créditos y también a mejores tasas.
¿Promociones?
Carrillo señaló que, ante un consumidor golpeado por la inflación, algunos dealers automotrices están lanzando promociones, siendo un factor a favor para la compra, pero sin ser determinante.
“Lo que están haciendo es sacar algunas ofertas de los modelos 2022 que no han podido venderse. Por ejemplo, dan vales de gasolina o mantenimiento gratuito por un plazo más largo. No obstante, no van tanto a quemar el precio”, indicó.
Agregó que podría considerarse la compra del auto, si hay un remate de ocasión.
“Hay algunos dealers que rematan los vehículos que han usado para prueba de manejo, con pequeño kilometraje. Los venden como nuevos, pues técnicamente lo son y no tienen propietario, pero bastante más baratos. Si se alcanza una oferta de estas de pronto podría valer la pena comprar el auto, pero solo en este caso puntual”, anotó.