El aumento en el uso de canales digitales para transferencias y compras implica el refuerzo en la seguridad de estas operaciones.
En esta línea, las entidades del sistema financiero vienen implementando mejoras en los mecanismos de identificación del usuario, como huella digital o biometría, y en la validación de operaciones como el uso de token digital.
Así, el BBVA anunció recientemente la inclusión de un código de seguridad (CVV) dinámico dentro de la aplicación móvil de sus clientes.
Este código de tres dígitos, que se encuentra en el reverso de la tarjeta, ahora estará asociado al celular, documento de identidad y clave personal, y cambiará cada cinco minutos para que únicamente pueda verlo el usuario.
Según la web del banco, el numero aleatorio de seguridad ayudará a disminuir el riesgo en operaciones vía internet.
El mecanismo implementado por el banco ofrecerá mayor seguridad al cliente al momento de comprar por internet; si le roban la tarjeta no podrán usarla porque el código solo lo brindará la aplicación, señaló Daniel Chicoma, profesor del Diploma Internacional en Marketing Digital de Esan.
Sin embargo, el usuario deberá ser muy cuidadoso de los contenidos que almacena o abre en su teléfono móvil pues de ser víctima de un ciberataque podrían acceder a esta información y operar online, advirtió.
Si el cliente no tiene instalado el token digital, el sistema le permitirá realizar sus compras por internet con el código físico de forma ilimitada. Empero, de contar con el aplicativo móvil, solo podrá usar el código físico en su primera compra.
Tras ello, se le indicará que ha comprado por internet con el CVV de la tarjeta, pero desde ahora, y por seguridad, deberá usar el nuevo CVV dinámico.
La banca continúa reforzando sus sistemas operativos para que los clientes puedan llevar a cabo sus transacciones sin complicaciones o temor a ser estafados, refirió el docente.
Asimismo, enfatizó que algunos comercios deberían mejorar también sus procesos de validación de identidad pues en muchos casos es posible adquirir productos en Internet con una tarjeta sin ser el titular de la misma, solo contando con los datos del plástico.