Los inversionistas extranjeros y los retail locales redujeron su participación en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) durante el 2023, en un entorno de ruido político, descontento social y recesión económica. Se acumulan así 10 años de salida neta de capital foráneo de la plaza bursátil.
En el 2014, la negociación de los inversionistas institucionales extranjeros reportó ventas netas por US$ 379 millones, tendencia que se acentuó en el 2017 a US$ 1,277 millones. Luego, en el 2023, los no residentes registraron retiros -por décimo año consecutivo- equivalentes a US$ 105 millones, de acuerdo con datos de la BVL.
“Los grandes inversionistas extranjeros manejan tickets elevados de participación; al ver que la liquidez del mercado limeño se viene reduciendo, pierden el atractivo por seguir invirtiendo aquí, creando un círculo vicioso de menor volumen de negociación y cada vez menos partícipes del exterior”, señaló a Gestión Jaime Aritio, gerente comercial de Renta4 SAB.
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Para el ejecutivo, luego del denominado “boom de los metales”, la economía peruana creció a menor ritmo, lo que sumado a la reducción en el patrimonio administrado por las AFP -principales inversionistas institucionales locales- afectó la negociación en la BVL y, con ello, la decisión de continuidad de los extranjeros.
“En los últimos años, los retiros de fondos de afiliados a las AFP las obligaron a vender sus posiciones ahondando los problemas de liquidez de la bolsa local. Con el clima político y los riesgos por el fenómeno El Niño, perjudicaron la confianza”, acotó.
Alonso Choquecota, CEO de InValor, refiere que en los últimos años el Perú atravesó diversas situaciones de inestabilidad como continuos cambios de Gobierno, fenómenos climáticos y revueltas sociales, que deterioraron la confianza del inversionista local y, sobre todo, del extranjero que evalúa continuamente los fundamentos macroeconómicos del país.
Sin embargo, precisó que no todas las ventas de acciones registradas en el último decenio corresponden a salida de capital por temor de los inversionistas, pues, en algunos años, se derivaron de tomas de ganancia luego de que la bolsa limeña registrara un buen desempeño.
Por ejemplo, en el 2016 y 2017, la BVL reportó picos de crecimiento y los partícipes materializaron sus beneficios; aunque en los últimos tres años el éxodo responde más a la incertidumbre del mercado, añadió.
En contraste, los inversionistas institucionales peruanos siguen una postura compradora, y adquirieron instrumentos por US$ 197 millones en el 2023, mientras que los fondos de pensiones, US$ 82 millones.
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¿Qué sucedió en el rally de diciembre de 2023?
Según datos de la BVL, los inversionistas extranjeros vendieron un total de US$ 33 millones solo en diciembre del año pasado, mientras que los minoristas peruanos (personas) se deshicieron de activos por US$ 63 millones.
La principal razón que impulsó esta decisión de los no residentes y retail locales fue la toma de ganancias ante la fuerte subida registrada por la plaza limeña en el último mes de 2023, repunteobservado también en otras bolsas a nivel global, dijo Jorge Ramos, CEO de BBVA Bolsa.
“Con un alza de doble dígito en los índices solo en diciembre, muchos extranjeros y, sobre todo, los peruanos -cuya participación en la BVL se gatilló en el último año- aprovecharon para vender sus acciones y efectuar la ganancia”, enfatizó.
El Índice General, referente de la plaza limeña, subió 18.35% en el último mes del 2023, lo que le permitió terminar el año con un incremento de 21.7% en soles.
Según Ramos, otros inversionistas retail también decidieron disminuir su exposición al mercado limeño ante el fin de la exoneración tributaria. Hubo quienes vendieron sus papeles en diciembre para evitar que dicha ganancia quede afecta al impuesto a la renta a las ganancias de capital, dijo.
Sin embargo, mencionó que esto solo incluyó las acciones con presencia bursátil -de mayor negociación- pues estos activos contaban con el beneficio tributario.
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¿Cómo sería la participación en 2024?
Ramos sostuvo que en los primeros días de este año aún no se observa una tendencia en el comportamiento de los inversionistas, pues atraviesan por un periodo de recomposición de portafolios.
Aquellos que en diciembre vendieron acciones de empresas tecnológicas adquiridas mediante la BVL, ahora están captando activos cíclicos, títulos de compañías relacionadas con el desempeño económico, detalló.
Pese al panorama poco claro, el gerente prevé que el eventual recorte de tasas de interés en 2024 generaría un mayor apetito por riesgo, lo que favorecerá a mercados de países emergentes como Perú. “Por tanto, esperamos ver un mayor flujo de fondos ingresando a la bolsa local, tanto de inversionistas locales como de extranjeros”, expresó.
Choquecota coincide con la proyección de un cambio de tendencia en la actitud vendedora de los extranjeros hacia el segundo semestre de este año, quienes podrían empezar a incrementar su participación en la BVL pues aún hay espacio para la recuperación en el valor de algunos papeles.
Para Aritio, las ventas de acciones en manos de extranjeros seguiría en la primera parte de este año, pues no espera un incremento en la cotización de los metales en el corto plazo y ante la poca certeza sobre los efectos de El Niño. “Soy más optimista hacia el 2025, donde podría verse con mayor claridad el regreso de capitales de inversionistas extranjeros”, añadió.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.