Al evaluar los indicadores de crédito de las corporaciones peruanas en el segundo trimestre, Fitch Ratings sostiene que problemas internos autoinfligidos tiran hacia abajo el crecimiento.
“La política y la economía ya no se pueden tratar por separado en el Perú. Las políticas antiempresariales, la mala resolución de conflictos y las denuncias de soborno del gobierno de Castillo han sofocado la inversión”, expresó Héctor Collantes, director asociado de Fitch Ratings.
“Las expectativas están deprimidas, la minería está baja y la regulación laboral está desequilibrada, en medio de una inflación creciente y precios más bajos de los metales”, añadió.
Calificación
En tal escenario, en el conjunto de empresas locales que evalúa Fitch Ratings, el 75% tiene perspectivas estables para su calificación; el 12%, perspectivas negativas, y el 13%, positivas al 12 de agosto último.
La mayoría de compañías emisoras de títulos de deuda en el Perú –que, como país, tiene un rating de BBB/estable- está en la categoría ‘BBB ' (58%), seguidas por las que ostentan ‘BB’ (38%), según la calificadora de riesgo.
Entre las empresas a las que Fitch Ratings hace seguimiento, hubo dos rebajas en la calificación de riesgo y dos mejoras en lo que va del año.
Es probable que las acciones de calificación sigan siendo similares a las de 2021, cuando se produjo el mismo número de rebajas/mejoras, proyecta la agencia.
Financiamiento
Si bien en 2021 las corporaciones locales realizaron más de US$ 4,000 millones en emisiones de bonos internacionales, en el primer semestre del presente año se reportaron operaciones de financiamiento por apenas US$ 500 millones, refiere.
La actividad económica de minería y metales del país se contrajo 3.5 % interanual en los primeros cinco meses del año, detalla.
Fitch redujo su pronóstico de crecimiento del PBI para este año de 2.5 % a 2.3 %, como reflejo de una menor producción minera.
Crecimiento restringido
“El crecimiento se verá restringido por políticas fiscales y monetarias más estrictas, precios del petróleo más altos, precios del cobre a la baja e incertidumbre en torno a la resolución de conflictos sociales”, dijo Collantes.
“Es posible que se esté produciendo una recuperación del mercado laboral, pero la creación de empleo sigue siendo en gran medida informal, en relación con los niveles previos a la pandemia, y persiste un frágil crecimiento de los salarios reales”, agregó.