En muchos países de la región, como Ecuador, Uruguay, Chile, México y Argentina, el empleador es responsable de financiar parte del aporte previsional, situación que no se replica a nivel local.
“Somos casi el único país en América latina donde -por lo menos en pensiones- el empleador no participa en el proceso de construcción del ahorro jubilatorio, salvo algunos casos muy específicos, de corte complementario, para algunos sectores”, advirtió Elio Sánchez, Superintendente Adjunto de AFP.
Sin embargo, la implementación de esta contribución -de la empresa privada o institución pública- mediante la reforma en el sistema de pensiones es muy complicada y requiere consenso, no solo de un segmento sino de todos los participantes, expresó.
LEA TAMBIÉN Interbank aumenta reprogramación de créditos de consumo para aliviar a deudores
Entidades técnicas han mostrado su acuerdo con esta propuesta, aunque con ciertas consideraciones, como una incorporación progresiva y que el aporte no sea muy elevado pues el sobrecosto laboral en el país ya es significativo.
El desempleo en Perú aumentó, así como la informalidad y la morosidad en el sistema financiero, como reflejo de la debilidad de la economía, por lo que agregar un costo adicional a las empresas en este momento sería un desincentivo a la formalización, sostuvo Ronald Casana, representante del Colegio de Economistas de Lima.
Además, los trabajadores en planilla perciben ingresos adicionales como gratificaciones, CTS o aguinaldos dos veces al año, y cuentan con más días de vacaciones que en otros países, e incluso el salario mínimo real está por encima de algunos de sus pares, lo que implica un fuerte egreso para las compañías, precisó.
¿Para quiénes sería este aporte del empleador?
Para Casana, la incorporación de los empleadores como contribuyentes al fondo de pensiones de sus trabajadores debería alinearse con la recuperación económica, es decir, en dos o tres años.
Otras entidades sugieren que el aporte se enfoque en los trabajadores con salarios más bajos y dependa de su antigüedad en un esquema previsional.
Sánchez detalló que hay cerca de 40% de aportantes a las AFP que gana menos de una Remuneración Mínima Vital (S/ 1,025).
“Mediante una encuesta de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) encontramos un grupo que, pese a no estar ahorrando, espera que sea el Estado o su familia quienes lo mantengan en la vejez. Es un porcentaje pequeño, pero no deja de ser preocupante”, manifestó en la XVIII Convención de Finanzas y Mercado de Capitales organizada por Procapitales.
¿Qué opina la SBS sobre la pensión mínima?
El funcionario de la SBS comentó que Perú también es uno de los pocos países con un sistema de ahorro previsional obligatorio sin una garantía de pensión al jubilarse. “La idea es que el afiliado alcance unos requisitos de aportación pero, pese a cumplirlos, no se tiene actualmente una pensión mínima y es un consenso del mercado incorporarla a través de la reforma”, expresó.
Además, reiteró su postura en contra de los retiros de fondos de pensiones. A una persona que llega a los 40 años con S/ 40,000, pero deja de aportar porque se convierte en independiente o pasa a la informalidad, y deja este dinero en una cuenta individual de capitalización, le alcanzaría para una pensión mínima en su jubilación; perspectiva que desaparece si retira parte de sus recursos, sostuvo.
Séptimo retiro: más riesgo y menor rentabilidad
El acceder a los recursos previsionales de manera temprana o extraordinaria debe ser un recurso de última necesidad, sostiene la SBS. Pese a ello, Perú ya ha aprobado seis retiros de fondos a afiliados a las AFP, dando la posibilidad de que cada persona pueda retirar casi S/ 60,000, lo que es relevante, indicó Elio Sánchez.
El objetivo del Sistema Privado de Pensiones es que los gestores tengan libertad para establecer una política de inversiones, pero con los retiros solo se eleva la participación de los fondos en instrumentos locales, asumiendo más riesgo y sacrificando rentabilidad, acotó.
La SBS proyecta que un séptimo desembolso implicaría la salida de S/ 29,500 millones adicionales de las cuentas de los afiliados al SPP (27.1% del total del fondo de pensiones). Este monto, sumado a los S/ 87,900 millones retirados entre los años 2020 y 2022, ocasionarían una salida total de S/ 117,400 millones.
Además, podría causar que 5.8 millones de afiliados retiren todo su ahorro jubilatorio, con lo que el número total de afiliados activos sin fondo de pensiones (con saldo cero en su cuenta individual de capitalización) alcance los 8.1 millones, que representa el 89% de los afiliados a junio del 2023 (9.1 millones), prevé el regulador.
A la fecha, hay 15 proyectos de ley presentados ante la Comisión de Economía del Congreso que buscan un séptimo retiro de fondos de AFP. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) reafirmó su oposición a este tipo de iniciativas, aunque acotó que, de plasmarse, deberían ser acotadas a afiliados sin empleo o con problemas de salud comprobados.
LEA TAMBIÉN Fitch prevé más rebajas de calificación a empresas peruanas por estos riesgos
Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.