Cuando uno tiene una deuda con una entidad financiera, la primera recomendación de los especialistas será que la persona haga el máximo esfuerzo para estar al día en sus pagos.
Pero cuando esto resulta imposible, una primera alternativa, antes de caer en mora, será que el cliente busque con su entidad financiera reprogramar el pago de sus créditos, con un mayor plazo, de manera que la cuota sea menor.
Incluso ahora, en la coyuntura del COVID-19, la entidades financieras están ofreciendo reprogramaciones con algunos meses de periodo de gracia.
Pero cuando la persona ha caído en impagos, la segunda opción será buscar un refinanciamiento con su entidad financiera.
En estos casos, la diferencia con la reprogramación será que la tasa de interés se elevará y se afecta la calificación crediticia del usuario.
Una alternativa podría ser solicitar a otra entidad financiera la compra y consolidación de todas sus deudas en una sola. Deberá comparar las condiciones de este nuevo préstamo para asegurarse que obtendrá algunas ventajas.
Cuando los meses de morosidad de las deudas aumentan, otra alternativa será que la persona empiece a ahorrar para sumar el monto que debe pagar.
“Cuando la deuda tiene más de 120 días de impago, las entidades la consideran una pérdida y pueden buscar recuperar solo el capital y ya no los intereses compensatorios ni moratorios”, refiere Juan José Luna Jerí, Gerente Comercial de la empresa alDía (parte del Grupo ACP), la cual brinda asesoría financiera y negociaciones colectivas para regularizar el pago de deudas de clientes con el sistema financiero.
“La persona puede negociar individualmente con su entidad, pero podría obtener mejores resultados y descuentos de intereses vía una negociación colectiva de varios casos similares”, refirió Luna.
El ejecutivo agregó que los peruanos tienen en promedio 2.8 deudas con entidades financieras por montos de entre S/ 3,000 y S/ 5,000.