El crédito a empresas disminuye ante los escasos planes de inversión de las compañías y la menor demanda de crédito de la mipyme (micro, pequeña y mediana empresa) por el incierto escenario político y económico.
El financiamiento a empresas comienza a contraerse, pues en octubre tuvo un retroceso anual de 0.4% -considerando los préstamos de Reactiva Perú-, tendencia no observada al menos desde el 2018, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Durante el primer año de emergencia sanitaria, este financiamiento reportó tasas de crecimiento de hasta 24%, respaldado por el programa Reactiva (con garantías estatales).
El Perú atraviesa una coyuntura única, con tasas de interés muy elevadas y el dólar oscilando en un rango aún de fortalecimiento frente al sol, lo que genera presión sobre las primas de riesgo de las empresas, sostuvo Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB.
Estas condiciones financieras implican un incremento en el costo del crédito de corto y mediano plazo, sobre todo para el sector corporativo, que siente condicionados sus planes de inversión y los replantea, mencionó.
Evolución de créditos por tamaño de empresa
El crédito corporativo y para gran empresa creció 2.7% anual en octubre, tasa menor a la registrada en setiembre (3.4%). Además, el préstamo a la mype continúa creciendo (8.8%) aunque a menor ritmo, mientras que para la mediana empresa sigue retrocediendo (-13.7%).
“Las inversiones de las corporaciones son grandes, por lo que su solicitud de crédito es por montos más altos, y si ellos están dejando de invertir termina afectando el dato agregado de préstamo a empresas”, mencionó Augusto Paz-López, gerente del segmento Pyme de BBVA.
La pequeña y mediana empresa demanda capital de corto plazo, pero el de largo plazo se está contrayendo por las elevadas tasas de interés, dijo.
“No es lo mismo que un negocio pida préstamo para pagar una planilla, a que lo pida para comprar una nueva maquinaria; eso último no se está viendo”, añadió.
El ejecutivo refirió que el crédito a mediana empresa muestra un retroceso, pues durante la vigencia de Reactiva Perú muchas accedieron a financiamiento barato, costo al que que ahora es difícil acceder.
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Pugna política
Asimismo, las expectativas empresariales son un elemento de primera línea, pues si el empresario piensa que la economía no va a responder retrae su inversión y disminuye su necesidad de financiamiento, como se observa ahora, señaló Walter Leyva, docente de ESAN.
“Los crecimientos de las carteras de las entidades financieras no están en niveles esperados, sino por debajo, y la pugna política que se cierne sobre nuestro país, dado el enfrentamiento entre los poderes del Estado, influye poderosamente”, manifestó.
Para Leyva, la mype también es afectada con este escenario de mayores tasas de interés e inflación, pues las personas dan prioridad a gastos básicos y reducen los patrones de consumo de otros bienes que solían demandarse a fin de año.
Hay un enfriamiento en la economía que se observa en el lento crecimiento del PBI y la contracción del crédito, incluso entre los pequeños negocios, agregó.
Se espera que desde la segunda parte del 2023 las tasas vuelvan a ceder a nivel local e internacional, y recién en ese momento se podrían ver menores costos del crédito y mejores condiciones de financiamiento, estimó Falen.
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