Ambos candidatos proponen políticas fiscales expansivas, aunque con enfoques diferentes. (Foto: AFP)
Ambos candidatos proponen políticas fiscales expansivas, aunque con enfoques diferentes. (Foto: AFP)

Raúl Mena

(G de Gestión) El primer atentado contra el expresidente Donald Trump el pasado 13 de julio es el evento sobre el cual se ha construido la sucesión de hechos disruptivos en torno a la elección presidencial en Estados Unidos. Un devenir en el que la realidad supera a la ficción, con el sorpresivo retiro de Joe Biden de la carrera electoral y el renacer del Partido Demócrata bajo el nuevo liderazgo de una empoderada vicepresidenta, Kamala Harris, quien, tras el primer debate, ha sacado una ventaja de cinco puntos de intención de voto, según una encuesta de Ipsos. Sin embargo, este eventual despunte no ha sido suficiente para dejar atrás el nerviosismo por una arremetida de Trump en los denominados “swing states”, o estados indecisos, como Nebraska, Arizona, Georgia o Michigan, lo que mantiene la incertidumbre.