Debido a la prolongada cuarentena, varias entidades financieras dieron facilidades de pago a sus clientes, siendo las más usuales el poder congelar o reprogramar las cuotas del crédito.
La reprogramación: consiste en prorrogar o “patear” el cronograma y dejar de pagar por 30 o 90 días, sin aumentar el número de cuotas de la deuda. Durante ese periodo no se pagará nada, pero sí se generará un interés que será añadido a las cuotas cuando se reinicie el periodo de pago.
El BCP, mediante su programa ABC (www.abcdelbcp.com) nos da un ejemplo. Si un cliente debe seis cuotas de S/ 500 y pide una prórroga de 90 días, ahora tendrá seis cuotas pendientes de S/ 517, pero las comenzará a pagar recién en tres meses.
El monto total adicional a pagar respecto al cronograma antes de la reprogramación será de S/ 102 (S/ 17 x 6 meses).
El congelamiento: en este caso las cuotas dejadas de pagar se ‘empaquetan’ o ‘congelan’ y luego se pagan siendo fraccionadas en un nuevo préstamo de 24 a 48 meses, sin intereses ni comisiones adicionales.
Siguiendo el anterior ejemplo, la persona en lugar de reprogramar puede decidir ‘congelar’ tres cuotas (S/ 1,500) y luego pagarlas en 48 cuotas de S/ 31.2 cada una. En ese ecenario, al reiniciar los pagos la persona deberá abonar una primera cuota de S/ 500 (del cronograma inicial) + S/ 31.2 (de las cuotas congeladas), haciendo un total de S/ 531.2.
A diferencia de la reprogramación, con el congelamiento de cuotas no habrá un monto adicional a pagar respecto al cronograma inicial pero, como se aprecia en el ejemplo, puede generar mayores cuotas de pago.
La recomendación dependerá del nivel de recursos que la persona tendrá después del periodo sin hacer pagos.
Si la persona espera contar con fondos para pagar una cuota un poco más elevada, se recomendaría congelar las cuotas, así se ahorrará en pagar intereses adicionales.
Pero si la persona aún tendrá escasez de recursos, una reprogramación le generará cuotas más pequeñas, pero debe saber que en el largo plazo terminará pagando más.
Al respecto, Jorge Carrillo, profesor de Pacífico Business School y experto en finanzas personales, refiere que optar por el congelamiento de cuotas resulta más beneficioso para el cliente.
Pero advierte que algunas entidades han podido dejar de ofrecer esta alternativa, pues lo hicieron de forma voluntaria sobre todo al inicio de la cuarentena y pueden dejar de hacerlo en cualquier momento, ya que no hay ninguna norma que las obligue.
“La persona puede solicitar el congelamiento y ya dependerá de la política de la entidad si acepta esta alternativa”, anotó el economista.