El uso de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) y la transformación digital de los procesos se ha incrementado tanto en entidades privadas como en instituciones de la administración pública. Esto ha motivado la habilitación de marcos normativos promotores del uso de firmas electrónicas y de servicios de confianza digital.
”Las firmas electrónicas pueden tener la misma validez y eficacia que las firmas manuscritas, permitiendo suscribir documentos y contratos a distancia, de manera célere y con diversos niveles de seguridad, dependiendo del tipo de firma elegida”, señaló Dario Bregante, gerente de Regulación Financiera y FinTech de EY Law.
Por un lado, para entender qué es la firma electrónica, cómo gestionarla, así como los casos en los que se puede utilizar, EY Perú brinda la siguiente información:
¿Qué es la firma electrónica? Es cualquier símbolo basado en medios electrónicos que se emplea para autenticar un documento o vincularlo con una persona.
Tipos de firma electrónica. Existen tres tipos de firma electrónica, los cuales se basan en su nivel de seguridad: la firma electrónica simple y la firma electrónica avanzada (de seguridad baja y media, respectivamente) y la firma electrónica cualificada o firma digital (la opción más segura).
En cuanto a esta última, cabe señalar que utiliza una técnica de criptografía asimétrica para la identificación del signatario, lo cual la vincula únicamente a este, así como a los datos firmados, y permite identificar cualquier modificación ulterior.
La firma electrónica cuenta con la misma validez y eficacia jurídica que una firma manuscrita, y puede garantizar el no repudio y servir como medio probatorio siempre y cuando haya sido generada en el marco de la Infraestructura Oficial de la Firma Electrónica (IOFE).
¿En qué casos se utiliza la firma digital? El uso de la firma digital se realiza principalmente cuando la ley dispone su uso, y en menor medida, cuando las partes así lo consideren pertinente.
Con esta herramienta, pueden suscribirse contratos que requieran la inscripción en Registros públicos, tal como un contrato de arrendamiento financiero. De la misma manera, se puede utilizar en partes notariales conteniendo el acto constitutivo de determinados tipos de personas jurídicas, así como referentes a poderes, mandatos y transferencias vehiculares. Puede emplearse también para el traspaso de aportes obligatorios de una AFP a otra.
¿En qué casos se utilizan las firmas electrónicas simples y avanzadas? Se suelen utilizar en la medida que la normativa disponga libertad para el uso de cualquier firma electrónica.
Por ejemplo, las entidades del sistema financiero pueden utilizar válidamente este tipo de firmas para suscribir acuerdos relacionados con sus productos y servicios. Asimismo, en caso haya sido pactado, pueden usarse para la emisión, garantía o transferencia de títulos valores (como facturas, pagarés y letras de cambio).
Los documentos laborales también pueden ser suscritos con esta herramienta.
Se debe considerar que, en principio, estas modalidades de firmas contemplan un nivel de seguridad menor en comparación a la firma digital; y que ante una controversia respecto de su autoría, la carga de la prueba recaerá en quien la invocó como verdadera.