Las utilidades netas de las microfinancieras fueron duramente afectadas en el 2023, por el enfriamiento en la colocación de crédito y menor capacidad de pago de los consumidores y mypes.
En el 2023, las cajas municipales ganaron en conjunto S/ 192 millones, casi la mitad de lo generado en el 2022 (S/ 376.7 millones), según estadísticas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Las financieras siguieron la misma suerte y observaron una caída en sus resultados a la tercera parte, desde S/ 440.6 millones a S/ 118.6 millones, en el mismo periodo.
LEA TAMBIÉN Aseguradoras serán más flexibles con empresas peruanas este año, ¿por qué?
Así, de un total de 32 entidades, 15 reportaron pérdidas, 12 redujeron sus ganancias y solo cinco las incrementaron en el último año.
El año pasado empezó con la tasa de referencia del Banco Central de Reserva (BCR) en niveles máximos, lo que provocó un encarecimiento de los créditos y una posterior desaceleración en el otorgamiento de bancos y microfinancieras, dijo Jorge Luis Ojeda, profesor de Finanzas de la UPC.
Luego, en la segunda parte del año, la economía cayó en recesión, y los peruanos que no pudieron sostener sus obligaciones dejaron de pagarlas, ocasionando que la morosidad del sistema financiero suba, lo que endureció aún más el escenario para las entidades, indicó.
“El perfil de cliente que atienden las cajas y financieras es más sensibles a un cambio en el costo del crédito o a un impacto en su capacidad de pago, ante los problemas en el cumplimiento de sus clientes tuvieron que aumentar provisiones”, anotó.
Para las cajas rurales el panorama fue más complejo pues en total acumularon pérdidas por S/ 32.4 millones durante el 2023. Este año incluyó la intervención y cierre de Caja Raíz por insolvencia.
LEA TAMBIÉN Mayoría de mypes afronta campañas con baja capitalización
Provisiones
El modelo de atención de las microfinancieras es apropiado pero su público es el más perjudicado en un periodo de contracción económica, hay deudores de segmentos socioeconómicos bajos y mypes que viven de su actividad diaria, comentó Edmundo Lizarzaburu, docente de Finanzas de la Universidad ESAN.
Además, las cajas y financieras tuvieron que reprogramar o refinanciar algunos créditos para ayudar a sus clientes, lo que implica un incremento en las provisiones por riesgo de incumplimiento, expresó.
Incluso los programas de Gobierno implementados en el 2023 no tuvieron el impacto que se requería para impulsar a los negocios, acotó.
Los catedráticos refieren que las microfinancieras vieron un impacto más acentuado en sus resultados hacia el segundo semestre del año pasado, cuando empezó el recorte de la tasa clave de la autoridad monetaria y se reconoció un escenario de recesión.
Recesión
“Las proyecciones fueron demasiado optimistas a inicio de año (2023) cuando los resultados evidenciaban otra cosa, los agentes económicos y algunos reguladores se demoraron en ajustar las proyecciones, cuando nos dimos cuenta ya teníamos la recesión encima”, manifestó Lizarzaburu.
Con ello, se redujo la actividad, disminuyó el consumo, cayeron las ventas, se afectó la campaña navideña, ocasionando que los resultados de las microfinancieras no solo se ubiquen por debajo de lo esperado sino que terminen en rojo.
Una estimación inicial de 3% o 3.5% de crecimiento del PBI, hizo que se sienta más la diferencia entre lo proyectado y lo obtenido, agregó.
En contraste, las empresas de crédito fueron las únicas con ganancias netas en conjunto, las cuales sumaron S/ 34.1 en el periodo en análisis. En dicho año, la SBS revocó la licencia de funcionamiento a Acceso Crediticio.
Son entidades que financian al público con una garantía de por medio, en el caso de Inversiones la Cruz con joyas de respaldo, o están especializadas en un mercado como Santander Consumo y Volvo Finance en el crédito vehicular, comentan los docentes.
LEA TAMBIÉN Crowdfunding ya financia más de 230 proyectos de inversión
Recuperación en resultados sería en 2025
Con la reducción de las tasas de interés y menor inflación debería mejorar el dinamismo económico y, con ello, el otorgamiento y demanda de crédito, sin embargo será un proceso lento, señalan los especialistas.
“Estamos en una meseta, viendo los efectos de la recesión que inició el año pasado y deberían durar hasta mayo o junio de este 2024, luego debería mejorar la economía”, sostuvo Edmundo Lizarzaburu.
Una mejora en la confianza sería pieza fundamental para acelerar una recuperación en el sistema financiero, mientras tanto, el resultado negativo debería moderarse este año y recién sería favorable en 2025, estimó.
LEA TAMBIÉN Fintech ahora ponen la puntería en créditos a trabajadores del sector público
Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.