Los pagos a través de pasarelas o billeteras móviles reportan un constante crecimiento en los últimos años, el cual se acentuó con el inicio de la pandemia.
Estas billeteras digitales, aplicativos que se descargan en el celular y permiten realizar diversas operaciones financieras sin tener contacto físico con quien recibe la transacción ni con dinero en efectivo, redujeron la posibilidad de contagio por Covid-19.
Sin embargo, no todos se sumaron a esta tecnología pues hubo un grupo de personas a las que se les dificultaba un poco adaptarse.
Con las primeras olas de contagio, aumentó la preferencia de muchos peruanos por los canales de pago digitales, dijo Amparo Narvarte, co fundadora de la Fintech B89.
“Aunque, cuando empezaron a bajar los contagios, hubo un gran porcentaje que volvió a realizar sus actividades presenciales, a diferencia del grupo de personas que continuó gozando de los beneficios del mundo digital”, manifestó.
Así, refirió, lo más probable es que los baby boomers se sientan presionados hacia un mayor uso de las billeteras móviles ante su temor de salir de casa en esta tercera ola de contagios.
Buscarán hacer sus pagos por aplicativos de celular, reemplazando aquellas transacciones que normalmente hacían presencialmente, agregó.
Por su parte, Daniel Chicoma, profesor de Esan, coincidió en que los denominados baby boomers, personas que ahora tienen entre 46 y 61 años, sería el grupo etario que adoptaría dichos canales digitales durante estos meses.
“El uso de Yape, Plin, Tunki, Bim u otra billetera es ideal para personas mayores porque son aplicativos muy sencillos”, mencionó.
Indicó que estos usuarios solo deben escanear un código QR, incluso sin agregar nuevas personas al listado del teléfono, colocar la cantidad a pagar y enviar el dinero.
Son medios de pago que las personas mayores pueden encontrar en diversos lugares, hasta cuando toman un taxi, añadió.
Entre las funciones que ofrecen las billeteras digitales están enviar dinero a través del número de celular, hacer pagos escaneando códigos QR, recargar celulares, pagar servicios de telefonía, luz o agua, además de pagar cuotas de algún préstamo.