Los poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, han decidido -cada uno con sus propias propuestas, que en algunos casos, son contrarias- iniciar una discusión más extensa, aunque aún sin frutos, para alcanzar una reforma del sistema de pensiones en el Perú. Sin embargo, mientras esto sudece, el mismo Legislativo, es decir, el Congreso de la República, avanza con un proyecto de ley para un séptimo retiro.
En este contexto, Gestión conversó con Giovanna Prialé, presidenta de la Asociación de AFP, sobre cómo ve al sistema privado de pensiones en estos últimos años, qué se pudo hacer mejor y las dificiencias de las normativas actuales que enmarcan la jubilación de los peruanos y peruanas.
-A manera de resumen, ¿cómo se ha desarrollado el sistema de pensiones hasta ahora?
Este año se cumplen 30 años de la creación del Sistema Privado de Pensiones (SPP) y es importante hacer una mirada reflexiva de lo que ha sido. En el último año son cerca de 500,000 los afiliados que han elegido pertenecer a una AFP; comparada con la información de la ONP, observamos que hay una salida o una caída en el número de afiliados de cerca de 28,000 personas. En promedio el peruano que empieza a trabajar sigue apostando por el SPP.
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-¿Qué temas debieron abordarse desde el inicio del SPP, pero no se tomaron en cuenta?
Desde la creación del sistema, estaba en ese momento en la SBS, se llamó la atención del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) con respecto a dos temas fundamentales. Primero, la ausencia de pensión mínima. El SPP nace sin pensión mínima. Nunca se dio y en consecuencia ahora recién se está discutiendo incorporar este elemento.
Otro punto importante es que ya desde la creación del sistema de pensiones se llamó la atención respecto a la afiliación de los trabajadores independientes e informales. A diferencia de otros países donde existe el sistema de capitalización individual -como Chile que tenía una tasa de empleo adecuado en esa época del 80%-, en Perú no existía esa tasa de empleo adecuado. La SBS emitió un documento que ya va tener 28 años quizá donde propone al Poder Ejecutivo medidas para tratar de incluir a los trabajadores independientes.
-Hoy discutimos hasta tres propuestas de reforma de pensiones, mientras avanza un séptimo retiro. ¿Cómo llegamos a este punto? ¿Hay espacio para que las AFP hagan “un mea culpa”? O, en todo caso, ¿qué se pudo hacer mejor?
En los últimos años “está de moda” echarle la culpa a las AFP de todo lo que viene pasando con el sistema de pensiones. Pero si somos autocríticos tenemos que reconocer que el sistema de pensiones es una herramienta más de ahorro al igual que la ONP. Coexisten esos dos sistemas.
El responsable de la política pública es el Congreso de la República y el Poder Ejecutivo. Se ha tratado de impulsar una conversación, un consenso, para que se genere una reforma integral en materia de pensiones. Lamentablemente, nunca ha sido considerado como una prioridad, porque se vieron los problemas del día a día y se dejó de lado un problema fundamental: ¿qué va a pasar con las personas cuando llegue el momento de la jubilación?
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-¿Qué aceleró la discusión para la reforma?
Lo que ha acelerado esta preocupación por la jubilación o por la pensión al momento de los 65 años son dos cosas, que el bono demográfico se encoje y por otro lado se va a tener un problema de financiamiento (porque quienes no tengan pensiones como consecuencia de retiros podrían pasar a Pensión 65).
Además, la excesiva regulación que se ha dado, sin el necesario desarrollo o fortalecimiento de un mercado laboral mucho más sensible a la forma como los peruanos generamos los ingresos que ahorramos.
-Ya se intentaron más reformas en el pasado...
Propuestas de reforma ha habido en varias oportunidades, lo que ha faltado es una política para que el Poder Ejecutivo y el Legislativo se pongan de acuerdo y establezcan reglas de juego. Regreso a este punto porque las AFP son actores privado en un escenario donde las reglas de juego las establece las políticas públicas.
Esa política pública la determina el Congreso con el Ejecutivo pero escuchando a las partes. Una parte son las AFP, otra la ONP, pero hay un porcentaje de la población que está fuera del sistema previsional, que es el 70%, que no tiene acceso a la seguridad social, y que necesita ser escuchada.
-Pese a estos intentos, no se lograron cambios...
Ha faltado la capacidad de modificar el marco regulatorio mucho antes para permitir que los privados se desarrollen libremente como ocurre en el sistema financiero y en el de seguros. Siempre hago esta comparación y digo que sobre el SPP, la ley 25897, es demasiado rígida.
En el caso del Perú, en el sistema financiero y de seguros, la ley 26702 permite que el regulador autorice nuevos productos financieros, nuevas pólizas de seguro. Esa asimetría regulatoria que se sigue manteniendo, no permite que el sistema previsional pueda ser mucho más innovador, creativo, en atender las necesidades de la población.
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-¿Con las propuestas de reforma se revierte esa excesiva regulación de la que habla?
Incluso en las tres propuestas de reforma no se da facultades el regulador para que pueda desarrollar nuevos productos, nuevas modalidades de cobro, y en consecuencia sigue teniendo una regulación inflexible o poco flexible a las necesidades que tenemos.
-Un tema que siempre se menciona es el de las comisiones. Hubo cambios, pero ¿Se pudo hacer más desde las AFP?
Desde el 2016, la primera que lanza la propuesta de comisión por desempeño es AFP Integra. Nosotros como gremio empezamos a empujar la comisión por desempeño posteriormente.
Pero, en la propuesta del Ejecutivo no está incorporada la comisión por desempeño. Hay un divorcio entre lo que la población está necesitando, lo que el privado está escuchando de la necesidad de los trabajadores afiliados y la forma en cómo se está tratando de resolver un problema.
-Algunas de las propuestas tienen este componente, para algunos casos, que se dé un aporte del afiliado y el Estado lo iguale. ¿Qué piensa?
Hay muchas formas de aumentar el ahorro para la jubilación, pero eso requiere no solo que la jubilación sea flexible, sino que el Estado entienda que si tiene muchas urgencias en el corto plazo como ahora (reactivar la economía, generar empleo, etcétera) también se requiere ser flexible en el sector de la seguridad social para que a pesar que el mercado sigue siendo informal, puedas buscar distintas fuentes de financiamiento para tratar de amortiguar la pobreza en la vejez.
Eso sigue sin entenderse. Seguimos creyendo que el problema es escoger entre la AFP o la ONP, cuando en realidad lo que tenemos que responder es cuan flexible puede ser el mercado de la seguridad social para atender a los diferentes tipos de trabajadores que forman parte del mercado laboral.
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-¿Cómo ve los pro y contra de la propuesta del Gobierno?
No somos un país con un 90% de la población adecuadamente empleados, no somos un país de la OCDE ahora, nos falta mucho para serlo, pero sí tenemos una responsabilidad de dar alternativas para nuestros trabajadores independientes informales para que puedan ahorrar para la seguridad social.
Puedes considerar que van a participar más actores, ojalá así sea, y por otro lado fortaleces el sistema público, porque dices que una persona a los 18 años en caso no elija entrará por default a la ONP, pero lo cierto es que necesitamos desarrollar más herramientas para que los independientes informales puedan pertenecer a un sistema de seguridad social.
-¿Hay artículos de la propuesta del Ejecutivo que les haga ruido?
La reforma tiene puntos positivos sin duda porque incluye la pensión mínima, pero todavía tiene la rigidez que no permite el desarrollo de nuevos productos previsionales. Creo que hay que darle facultades al regulador, mayor flexibilidad a los nuevos actores para que estos puedan desarrollar nuevos productos previsionales, nuevas modalidades de cobro, pensar más adelante que no se baje de parámetros.
-Las AFP hablan de una rentabilidad favorable. Pero si este es el caso, ¿por qué no hay personas -por ejemplo- que necesariamente busquen invertir como aporte voluntario?
La rentabilidad nominal actual del sistema es del 10%, hay periodos donde se ha cerrado el año en negativo me parece que son cuatro periodos en los últimos 30 años, pero siempre hay un rebote. ¿Qué ocurre con el aporte voluntario? Evidentemente ese aporte puede crecer, pero si yo todos los días te digo que puede haber un retiro, además que la AFP es mala o te engaña, se hace una campaña sistemática en contra, claramente vas a tener una percepción negativa de un ahorro que en realidad es positivo.
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El ahorro para la jubilación es un tema estructural
Los retiros de fondos de pensiones aprobados entre 2020 y 2022 representan la salida de S/ 87,937 millones (10% del PBI). Y el Congreso se alista para un séptimo retiro.
“El tema de pensiones ha estado presente en la política pública en los últimos cuatro años, pero lo único que se ha hecho es aprobar retiros”, dice Giovanna Prialé.
En su opinión, no hay capacidad de generar empleo que permita obtener ingresos y atender las necesidades de corto plazo (lo que frenaría el uso de este argumento para la aprobación de retiros).
“El ahorro para la jubilación es un ahorro de carácter estructural y el tema del empleo o el desempleo, es de carácter temporal. En consecuencia, te estás consumiendo un ahorro que te toma 30 años en acumular y que además hoy día solamente va a poder ser utilizado por las personas que se encuentran trabajando”, remarcó.
Editora de Economía y Finanzas del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con 9 años de experiencia profesional en el rubro.